La educación sexual es una asignatura aún pendiente para muchos padres que consideran que cuando llega el momento de la pubertad, hay que tener la “CHARLA” con sus hijos y asunto cerrado. Muy probablemente estos padres hayan tenido unos padres que tampoco hablaron con ellos de estos temas, y se sienten incómodos y evitativos para no afrontarlos.
Entiendo que el título que hoy propongo puede resultar algo controvertido, alguien podría pensar: ¿Cómo que la ansiedad va a ser aliada y mucho menos querida?. Para quien no piense esto, hoy vengo a explicar por qué. Me ha parecido muy gráfica la foto que he escogido: el mono negro simbolizaría a la ansiedad que a veces se pega a uno, y ahí está el otro mono con cara de susto dejándose abrazar. Mi objetivo hoy es poder mirar a la ansiedad desde una perspectiva diferente, incluso con algo de cariño porque realmente nos ayuda a comprender qué nos está sucediendo.
“No he tenido suerte en el amor”… Es una coletilla que habréis escuchado o incluso dicho en alguna ocasión a la hora de hablar de conocer a parejas. No puedo negar que existe cierto azar a la hora de encontrarte en un momento determinado con personas determinadas en un lugar concreto. Ahora bien, si dejamos todo en el azar, ¿cuál es nuestra responsabilidad a la hora de elegir? Pareciera que ninguna, y lo que vengo a contar hoy es que sí que tenemos.
¿Y si piensan que…?, ¿Si digo tal cosa se me verá como una…?, “Prefiero no hacerlo por si acaso da la sensación de que yo…”
¿Os suenan estas preguntas? Seguro que alguna vez os habéis visto pensándolas. La opinión de los demás nos influye, y vamos a ver cómo podemos manejarla.
Hoy vengo a hablar del sentimiento de culpa y de cómo poder convertirlo en una responsabilidad. La actitud en la que te coloca cada una de estas dos palabras es muy diferente: la culpa te instala en una pasividad mientras que la responsabilidad en una parte activa.
Recientemente aparecía la noticia de una mujer que llevaba padeciendo 30 años una enfermedad incurable con un nivel de sufrimiento muy alto, y era ayudada por su marido para acabar con su vida. Se colocaba encima de la mesa el debate acerca de si en España se puede elegir una muerte digna.
Hay temas que suelen despertar mucha curiosidad por parte de la población general, por ello, me he propuesto escribir y explicar algunos síndromes dentro de la Psicología que son interesantes de conocer.
Me gustaría dedicar este post al hombre, y más concretamente a su rol de padre (para aquellos que decidan serlo). Mucho se ha escrito e investigado sobre el rol de la madre y su vínculo con el bebé, y echo en falta que se le dé más espacio a la figura del hombre como padre. La idea es poder responder a estas preguntas: ¿El hombre se pregunta por su deseo de ser padre?, ¿Qué ocurre cuando se convierte en padre?, ¿puede sentir la misma sensación de empatía que la madre?, ¿qué lugar tiene que ocupar en la nueva organización familiar?...
Hoy me gustaría comentar cuál es el trabajo que podemos hacer los psicólogos con personas que demandan nuestra ayuda para aceptar su diversidad sexual y de género.
Hoy quiero hablar de un tema un tanto controvertido, y entiendo que habrá padres que se echen las manos a la cabeza con lo que voy a decir, y que habrá otros que sí estén de acuerdo conmigo: CUÁNTOS REGALOS RECIBEN NUESTROS HIJOS en estas fechas.
Hoy voy a detenerme en hablar de uno de los diagnósticos más difíciles de sobrellevar para las personas que lo padecen: LA DEPRESIÓN. He querido traer la palabra tsunami, ya que me parece que la comparativa tiene mucho sentido. La depresión es como una ola gigantesca que logra devastar todo lo que toca.
Una de las experiencias más dolorosas por las que puede pasar una mujer embarazada es la de perder un bebé. El aborto natural se produce cuando el embarazo se ve interrumpido. El 80% de los abortos espontáneos se dan en el primer trimestre.
Tras atender a mujeres que han pasado por esta difícil situación, he querido escribir este post por si sirviera de ayuda a otras tantas que en muchas ocasiones, lo llevan en silencio.
A continuación iré deteniéndome en distintos puntos que considero importantes
Esta es una pregunta bastante habitual que se hace una persona al comenzar a ir a terapia, que se siente angustiada: ¿Voy a necesitar medicación?, y de aquí aparecen otras preguntas relacionadas: ¿Y durante cuánto tiempo tendré que tomarla?, ¿Me voy a enganchar a las pastillas?, ¿Después podré dejarlo?, ¿Cómo me va a afectar, tendrá efectos secundarios?...
Se acercan las vacaciones y aunque normalmente son unos días muy deseados por todo el mundo, también suelen aparecer problemas a la hora de enfrentarlas: planes no elegidos, tener que pasarlas con personas que uno no quiere, más tiempo libre y enfrentar la inactividad, no siempre tener planes divertidos… En fin, una serie de circunstancias a las que no siempre estamos preparados para sobrellevar. Por ello, en este post quiero hablar de lo que he llamado “EQUIPAJE PSICOLÓGICO”: es decir, aquellos conceptos que pueden resultar prácticos para llevarnos con nosotros durante nuestras vacaciones
En el post de este mes voy a hablar de un tema por el que suelen consultar bastantes personas y tiene que ver con la ADICCIÓN a algo. Podemos tener adicción a drogas (tabaco, alcohol, porros, cocaína, juego…), a las nuevas tecnologías (móvil, internet, videojuegos, …), al ejercicio, a ciertos alimentos, a las compras, al trabajo, al sexo… A partir de ahora, utilizaré la letra “X” para referirme de forma genérica a ese algo al que puedo estar siendo adicto/a.
Como psicóloga que he acompañado y sigo acompañando a personas que han sufrido un abuso sexual en algún momento de sus vidas, quería escribir este post coincidiendo con el juicio del caso de la Manada, para apoyar a la víctima y a todo aquel que lleva consigo esa herida invisible y profunda que es haber recibido un abuso sexual. Mi intención es explicar y esclarecer qué piensa, siente, actúa alguien que ha sufrido un abuso sexual.
Hoy voy a dedicar este post a hablaros de NARCISISMO, y que significa cuando decimos que alguien es narcisista
El embarazo es una etapa en la vida donde existen muchos cambios a nivel físico, emocional, de pareja, familiar, social… Es sorprendente que en nuestro país todo el seguimiento del embarazo se haga de forma física: analíticas, ecografías, control del peso y alimentación, … pero ¿y qué ocurre con todo el seguimiento a nivel psicológico?. La respuesta es que no existe, no se le da el valor que realmente tiene.
El otro día mientras estaba en consulta con una paciente que sólo tiene un hijo, estábamos trabajando distintos aspectos sobre la maternidad, y me explicaba lo difícil que le resultaba lidiar con ciertos comentarios que ha tenido que oír en más de una ocasión: “Pobrecito, ¿cómo no le vais a dar un hermano?”, “Pero y … ¿Por qué no vais a por la parejita?”, “Va a salir muy mimado, ya verás”, “Se va a sentir solo”… Tras la sesión con ella, he estado investigando sobre los estudios que se han realizado al respecto de los hijos únicos y aquí os dejo mis conclusiones.
En el post de hoy voy a hablaros de un rasgo de personalidad que desde mi punto de vista, es un mal compañero de viaje si se mantiene en el tiempo: EL PERFECCIONISMO.