Me gustaría dedicar este post al hombre, y más concretamente a su rol de padre (para aquellos que decidan serlo). Mucho se ha escrito e investigado sobre el rol de la madre y su vínculo con el bebé, y echo en falta que se le dé más espacio a la figura del hombre como padre. La idea es poder responder a estas preguntas: ¿El hombre se pregunta por su deseo de ser padre?, ¿Qué ocurre cuando se convierte en padre?, ¿puede sentir la misma sensación de empatía que la madre?, ¿qué lugar tiene que ocupar en la nueva organización familiar?...

  • SER HOMBRE

          La sociedad, la cultura, la educación, la familia (generación tras generación) va inculcando una idea de lo que es SER HOMBRE, en relación a cómo “debe” pensar un hombre, sentir y comportarse. Adquirir todos estos conocimientos en muchos casos es de una forma inconsciente: “tiene que ser fuerte”, “no expresar emociones”, “no mostrarse vulnerable porque eso es de débiles”…

          Que un hombre revise qué IDEA TIENE SOBRE ÉL MISMO Y SOBRE QUÉ ES UN HOMBRE Y QUÉ ES UNA MUJER, va a ser clave a la hora de convertirse en padre. Cuanto más flexible sea a la hora de tener estas construcciones en su cabeza, podrá tolerar, respetar y aceptar a la hora de acompañar a su futuro hijo o hija en su crecimiento y en la elaboración de su identidad.

  • DESPIDIÉNDONOS DEL “PADRE AUSENTE”

          La idea de un padre AUSENTE, CARENTE DE AFECTO, QUE NO COMPARTE LA CRIANZA CON RESPECTO al bebé se va a quedando atrás. El padre ha sido una figura mal parada en general si se comparaba con la madre. El padre de nuestra sociedad actual está PRESENTE, se IMPLICA, está COMPROMETIDO, quiere compartir tiempo con su bebé, es AFECTIVO y está dispuesto a VINCULARSE y criar mano a mano con su pareja.

          Es una figura IGUAL de IMPORTANTE que la madre, y creo que hablar de la DIADA MADRE BEBÉ excluyendo al padre es un error.

  • EL DESEO DE SER PADRE

          Los hombres también piensan en ser padres y también desean serlo o no serlo, aunque es probable que le dén menos vueltas que una mujer. Les puede apremiar la edad, pero en general, suelen tener una presión mucho menor que  las mujeres.

          Se ha dado mucho protagonismo al instinto materno, ¿pero suponiendo que existe un instinto materno, existe también uno paterno?. La respuesta es que dependerá del hombre, hay quien sí lo tiene, y tiene claro desde mucho tiempo atrás que quiere ser padre en un futuro, y quien no va a querer nunca, luego pongo en cuestionamiento que exista un verdadero INSTINTO, ya sea paternal o maternal.

          Si bien es cierto, hoy en día, la presión social que puede tener un hombre que verbaliza que no quiere ser padre frente a una mujer suele ser menor. Incluso ni siquiera se le preguntará por las razones por las que no quiere serlo. (Que por otro lado esto es lo que tendría que estar normalizado: que no se tuviera que preguntar a nadie por las razones de ser o no ser padre o madre)

  • EL PADRE DURANTE EL EMBARAZO

          El padre también se construye un BEBÉ IMAGINARIO, es decir, fantasea e imagina cómo será su hijo/a (cómo le va a llamar, cómo va a ser, con qué jugará con él, si se parecerá a él y en qué cosas…), proyecta ilusiones y deseos en ese futuro bebé, aunque es probable que viva con algo más de distancia su nuevo rol durante el embarazo, su cuerpo no cambia, tampoco tiene cambios hormonales, lo que puede provocar que hasta el parto no tome realmente conciencia del hecho de ser padre.

  • EL NACIMIENTO DEL BEBÉ

          Muchos hombres verbalizan que ver nacer a su hijo en el momento del parto les provocó un IMPACTO EMOCIONAL MUY FUERTE (tanto por hacer de SOSTÉN a la mujer en su dolor como al ver cómo asomaba la cabeza de su bebé). Aquí es donde realmente chocan con la realidad de que ahora ha aparecido un nuevo miembro en la familia.

          A partir de este momento el padre tendrá que integrar su bebé “imaginario” con el “real”. También tendrá como tarea (al igual que la mujer), elaborar la transición de ser dos a ser tres en la familia (en el caso de que hablemos del primer bebé). Y durante meses, su vida girará en torno al nuevo miembro, adaptándose a los cambios y reajustando sus propios tiempos individuales.  

  • CAMBIOS EN EL CEREBRO DEL HOMBRE AL SER PADRE

          Hay estudios que han analizado si se producen diferencias en las estructuras cerebrales en los hombres que son padres, y han visto que así es. La OXITOCINA, es una de las hormonas protagonistas durante el parto y la lactancia, se la ha denominado: “la hormona del amor”, ya que está relacionada con la afectividad, y favorece el vínculo madre-bebé.

          ¿Segregan los hombres esta hormona? SÍ. Cuanto más se implica un padre en el cuidado del bebé, cuanto mayores son las interacciones con el mismo, mayor es la segregación de esta hormona, incluso a niveles muy similares que en la mujer. Por lo tanto, se ha visto que el área cerebral que tiene que ver con la empatía sufre cambios desde el momento del parto en el hombre.

  • EL LUGAR DEL PADRE

          El PADRE es una figura igual de importante que la madre. Para que el padre tenga lugar desde el nacimiento del bebé, es fundamental que pasen dos cosas:

          -Que él quiera estar, comprometerse, implicarse en el cuidado y desarrollo del bebé.

          -Que la madre permita al padre que entre en la crianza, le haga espacio y le vea como figura igualmente importante.

          Muchas veces he conocido familias que me han hablado de padres ausentes, y a veces me asalta la pregunta de: ¿Realmente el padre no quiso estar o no pudo estar (en el sentido que comentaba antes de que se le permitiera tener hueco)?

          Por otro lado, un dato curioso que se encontró en comparación con la madre es que la interacción del PADRE-BEBÉ tiende a presentar un JUEGO MÁS VIVAZ, ESTIMULANTE Y UNA INTERACCIÓN MÁS FÍSICA, y tienden a hablarles menos que las madres (F. Labrell, 1997)

  • REVISIÓN COMO HIJO

          Ser padre incluye en algún momento del proceso revisarse como hijo, y revisar los modelos de crianza y las figuras de apego que uno tuvo en su infancia y adolescencia. De esta revisión se podrá concluir que hay cosas que uno quiere repetir de lo que sus padres hicieron o dijeron, y sobre qué querría hacer distinto que les faltó.

          Para finalizar, quiero resaltar un dato: hasta hace poco tiempo, los padres sólo tenían 15 días de permiso de paternidad. Dar un lugar al padre también es responsabilidad de las políticas sociales de un país, y por suerte vamos encaminados a que se igualen las bajas de maternidad y paternidad.

 

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