Una de las experiencias más dolorosas por las que puede pasar una mujer embarazada es la de perder un bebé. El aborto natural se produce cuando el embarazo se ve interrumpido. El 80% de los abortos espontáneos se dan en el primer trimestre.
Tras atender a mujeres que han pasado por esta difícil situación, he querido escribir este post por si sirviera de ayuda a otras tantas que en muchas ocasiones, lo llevan en silencio.
A continuación iré deteniéndome en distintos puntos que considero importantes:
-RECIBIR LA NOTICIA
La interrupción del embarazo a veces da señales (sangrado, dolores abdominales) y otras no y hasta que no se llega a la consulta del ginecólogo no aparece la noticia. Es fundamental qué atención haya tenido esa pareja a la hora de recibir la noticia, aunque esto es algo incontrolable, ya que depende del profesional que atienda.
En esos primeros momentos, con escuchar que el embarazo no sigue adelante, ya es mucho. Más adelante será importante poder preguntar todas las DUDAS que se puedan tener: ¿Qué ha sucedido?, ¿Qué pasa si no se interrumpe el embarazo?, ¿Qué métodos existen y qué consecuencias tiene cada uno para la mujer?, ¿Qué ocurre si se deja que el cuerpo de manera natural responda?, ¿podrá estar acompañada en la interrupción?, ¿qué se hará con el embrión?...
-EL SILENCIO Y EL COMIENZO DE UN SECRETO
Muchas parejas llevan en silencio este tema, y se convierte en un secreto para el mundo exterior. Aparece la culpa, la tristeza, el dolor, la frustración, la rabia… de las que después hablaré. Y además, vivimos en un mundo donde no se está acostumbrado a poder hablar con naturalidad de la pérdida.
El mantener el silencio y el secreto puede ser perjudicial para la pareja, y para la mujer principalmente, y siempre será recomendable que tenga personas de apoyo.
-LA PARTE FÍSICA
Normalmente suelen proponerse dos métodos para abortar: a través de medicación o con técnicas instrumentales para el vaciado del útero. Es imprescindible realizar tantas preguntas se tengan para estar convencida del método que se ajuste a lo que cada mujer quiere.
Hay también mujeres que deciden buscar otros métodos naturales para provocar el aborto (por ejemplo la acupuntura), o incluso esperar a que el cuerpo sea el que lo acabe expulsando.
La elección del método dependerá de cada mujer. Normalmente el cuerpo a nivel físico puede tardar entre 1 o 2 meses en recuperarse. Pero, ¿qué pasa con la parte psicológica que no se ve?
-INICIAR EL DUELO
El cuerpo y a veces la cabeza, suelen ir más rápido que nuestras emociones para elaborar la pérdida que se está viviendo. Es muy habitual que se quiera ir más deprisa para poder tener cerrado cuanto antes esta pérdida, pero esto va a llevar un tiempo. De hecho, vamos a hablar de la palabra DUELO, ya que será necesario hacer una elaboración emocional de todo lo vivido.
Desde el momento en el que una mujer desea tener un hijo y comienza a buscarlo en soledad o junto a su pareja, ya se empieza a construir la imagen de un “BEBÉ” para ellos. Piensan sobre cómo será, cómo le llamarán, cómo imaginan su vida a su lado… es decir se va construyendo un VÍNCULO nuevo. Cuando la pareja conoce la noticia de que el test de embarazo ha dado positivo, ahora el CUERPO a nivel físico ayuda a seguir construyendo todas esas fantasías, ilusiones, expectativas que se habían ido creando previamente.
El aborto implica que tenemos que romper ese vínculo construido, y por tanto, es fundamental dar un espacio a expresar y a poder despedirse.
-LAS EMOCIONES
Culpa, tristeza, dolor, rabia, frustración, envidia, vacío … y muchas otras que empiezan a aparecer. Poder aceptarlas, expresarlas, pasar por ellas…
La CULPA es una de las más habituales. Tras el “shock” recibido por la noticia, la mujer comienza a hacer una revisión de todas las cosas que ha hecho para autoculparse y comienzan los “Y SI…”: ¿Y si cogí peso y no debí hacerlo?, ¿Y si comí algo que no debí?, ¿hice algo inadecuado?...
La culpa a veces funciona como una manera de “tener el control” y de poder enfadarnos contra alguien, en este caso contra una misma. Si no existiera, hay que colocarlo en el exterior las posibles causas, y esto aunque parezca mentira, a veces es más difícil de tolerar en un primer momento, ya que hay que hacer frente a mucha incertidumbre.
-LA VIVENCIA DE LA PAREJA
La pareja no siempre vive de la misma manera la interrupción del embarazo, ya que puede ser que su vinculación a nivel psíquico no hubiera aún comenzado, o fuera diferente. Eso no quiere decir que no haya parejas que también tienen que realizar un duelo, pero en general, me he encontrado con mujeres que sienten que sus parejas van más “rápido” que ellas y que a veces no se sienten comprendidas. Es recomendable que se pueda hablar de este tema, que no se convierta en un tema tabú. Esto dependerá de la comunicación previa que existiera en la relación.
-EL ENTORNO
La familia, los amigos, los compañeros/as de trabajo… pueden no tener ni idea de cómo enfrentar este tema. Como comentaba al principio, no estamos preparados para hablar de pérdidas, de muerte ni de las emociones que están relacionadas. Lo más probable es que el entorno quiera quitar importancia, minimizar, racionalizar: “Pasa página ya”, “Verás como te quedas enseguida”, “Al menos ya sabes que te puedes quedar”…
-TIEMPO
Cada pareja tiene que decidir cuánto tiempo va a esperar hasta la búsqueda de un nuevo bebé. Desde mi punto de vista, habría que esperar a que ese duelo se haya elaborado. Si tenemos en cuenta de forma general que un duelo puede conllevar entre 6 meses y un año (a veces incluso más), pues yo hablaría de ese tiempo de espera como mínimo.
-RITUALES DE DESPEDIDA
Sólo este punto daría para un post más detallado, pero al menos de forma resumida sí quiero comentar la importancia que tiene cuando nos enfrentamos a una pérdida, poder hacer algo en la acción para despedirnos. Algunos rituales que han hecho mis pacientes son: escribir una carta al bebé, hacerles una canción, guardar algún objeto que les recuerde y enterrarlo en algún lugar, si existen otros hijos pueden realizar un dibujo… Puede haber muchos rituales y lo importante es que la persona elija cuáles hará.
Especialmente me voy a detener en uno que considero importante: el NOMBRE. A veces a ese bebé se le ha puesto un nombre antes de recibir la noticia, y sino sería conveniente buscar uno. No es recomendable si vuelve a ver un siguiente embarazo REPETIR dicho nombre, ya que puede dificultar tanto la realización de la despedida como la vinculación “desde 0” con el nuevo bebé.
-LA VIVENCIA DE UN NUEVO EMBARAZO
Si el embarazo ya es una etapa donde el miedo es un compañero habitual, tras un aborto, la mujer embarazada va a tener que convivir con un MIEDO normalmente más elevado, con preocupaciones, dudas y la sensación de que podría volver a ocurrir.
Por último comentar que quiero trasladar mi apoyo a todas las mujeres que hayan pasado o estén pasando por este momento tan difícil. Y que si en algún momento necesitan ayuda profesional, no dejen de pedirla.