Hoy hablaré de la importancia del trabajo emocional en las personas que padecen de síndrome de intestino irritable.
EL VÍNCULO ENTRE CEREBRO Y ABDOMEN
El cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central del cuerpo. Las células nerviosas y los neurotransmisores, que son sustancias químicas que envían señales de una célula nerviosa a otra, recorren el cuerpo desde el cerebro. Los que recorren el tracto gastrointestinal (incluido estómago e intestinos) se llama SISTEMA NERVIOSO ENTÉRICO.
El sistema nervioso entérico lo forman células nerviosas y es el encargado de controlar todas las funciones gastrointestinales del sistema digestivo: la motilidad gastrointestinal, la vascularización de los diferentes sectores, las secreciones del aparato digestivo y de advertir sobre el hambre y la saciedad.
Luego, cerebro y estómago se comunican entre sí a través de esta red de nervios. Esto explica por qué la angustia emocional puede causar malestar digestivo y viceversa.
Algunos de los neurotransmisores responsables de nuestras emociones, como la serotonina, se producen en el intestino. De hecho, el 95% de la serotonina se producen en el intestino. Una baja concentración de serotonina se relaciona con depresión y tener niveles elevados de serotonina se vinculan con sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y autoestima.
Si estamos estresados/as liberamos agentes proinflamatorios, nuestro intestino se inflama, y la capacidad del intestino para funcionar correctamente disminuye. El estrés puede ralentizar o acelerar la motilidad intestinal (estreñimiento, dolor, diarrea)
QUÉ ES EL SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno común en el que las personas experimentan síntomas recurrentes de dolor abdominal, alteración de hábitos intestinales, distensión abdominal, calambres, hinchazón...
El SII es un trastorno que suele ser doloroso y agotador, que puede resultar embarazoso y limitante. La persona puede sentir impotencia de manera recurrente y es importante que sepa que la psicoterapia puede ayudar mucho junto con la combinación de una dieta saludable.
LAS EMOCIONES Y EL SII
Como explicaba anteriormente, resulta que tenemos un segundo cerebro que no está en la cabeza sino en nuestro intestino. ¿Alguna vez te han dicho que antes de tomar una decisión, te dejaras llevar por tu intuición o por ver qué te “dicen tus tripas”?. La información fluye todo el tiempo entre el cerebro y el cuerpo. El cerebro envía señales al intestino y viceversa. Comprender LAS CAUSAS EMOCIONALES de cualquier forma de disfunción en el cuerpo es clave.
Las EMOCIONES están estrechamente ligadas a lo que le sucede a nuestro cuerpo, y dentro de éste, a nuestro intestino. Un buen procesamiento emocional incluye los siguientes pasos:
1. EXPERIMENTAR E IDENTIFICAR LA EMOCIÓN (sentir y poner nombre a dicha emoción)
2. CONECTAR LA EMOCIÓN CON EL CUERPO (tener conciencia corporal, es decir unir las sensaciones corporales con las emociones. Por ejemplo: si yo digo cada vez que me enfado, mi mandíbula se tensa… indicaría que conecto mi emoción con mi sensación corporal)
3. TOLERANCIA DE LA EMOCIÓN (soportar y sostener dicha emoción)
4. COMPRENDER Y ACEPTAR LA EMOCIÓN
5. MODULAR LA EMOCIÓN (ser capaces de canalizarla, de regular su intensidad sin recurrir a acciones dañiñas)
6. EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN DE DICHAS EMOCIONES.
Lo que la investigación nos ha aportado hasta ahora en relación al SII y a las emociones es lo siguiente:
-Existe una desconexión a la hora de relacionar los síntomas físicos con las emociones subyacentes en personas con SII.. Es decir, muchos pacientes son capaces de verbalizar que sienten dolor abdominal pero no han reflexionado acerca de si ha habido algún acontecimiento vinculado con alguna emoción que le haya podido provocar ese dolor. Pueden expresar quejas somáticas en relación al sistema digestivo pero no han hecho ninguna relación con las emociones.
-La mayoría de los pacientes con SII experimentan poco control sobre sus emociones, baja tolerancia y dificultades para regular la intensidad de sus emociones.
-La comunicación y expresión emocional de los pacientes con SII es muy reducida. Por ello los/as psicólogos/as muchas veces decimos que aquellos pacientes que no aprendieron a comunicar sus emociones verbalmente utilizan su cuerpo para expresar muchas de ellas (esto es lo que se denomina somatización). Por ejemplo, una persona que haya tendido a suprimir y evitar sentir emociones, será más propensa a expresar dichas emociones a través de diferentes sintomatologías corporales como puede ser a través del sistema digestivo.
LA PSICOTERAPIA PARA EL SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE
La psicoterapia que trabaje teniendo en cuento la relación mente y cuerpo va a ser mucho más efectiva a la hora de reducir los síntomas gastrointestinales en adultos con SII. Se ha comprobado que las terapias centradas en LO COGNITIVO fueron menos eficaces para reducir los síntomas clínicos y de dolor en pacientes con SII.
Cuando yo recibo en mi consulta a un paciente con SII, lo primero que voy a querer es hacer una recogida de datos de toda su historia vital: desde la infancia hasta la actualidad, área social, académico-laboral, familiar, de pareja y por supuesto área emocional y de acontecimientos vitales estresantes.
Uno de mis objetivos principales con un paciente con SII es trabajar todas las fases del procesamiento emocional que he explicado anteriormente. Lo que le sucede al intestino tiene mucho que ver con las emociones de esa persona. Así que yo propondría:
-EVALUAR CÓMO EXPERIMENTA LAS EMOCIONES. Aquí me interesará saber si la persona es capaz de diferenciar bien unas emociones de otras, si las siente y si las puede nombrar. Es muy habitual que este primer paso no exista, así que habrá que empezar por aquí.
Por ejemplo, cuando un paciente me relata algo de su semana, yo le pararé y le preguntaré… cuando me estás contando esta situación… ¿Aquí y ahora qué sientes?, ¿Puedes nombrarme la emoción?. Y si la persona no puede, le abriré yo un menú de posibilidades… ¿Crees que puede ser miedo, tristeza, frustración, alegría, decepción, vergüenza?...
Este primer paso a veces lleva mucho tiempo porque hay muchos adultos a los que no se les enseñó a identificar y nombrar emociones.
-AYUDAR A TENDER LAZOS DE CONEXIÓN ENTRE LA EMOCIÓN Y EL CUERPO. En este paso, una vez que la persona identifica la emoción que siente y la puede nombrar, pasamos a conectarla con el cuerpo. Puedo hacer preguntas de este tipo: ¿Qué siente tu cuerpo aquí y ahora cuando me cuentas esto?, ¿Qué notas en tu respiración, en tus órganos, en tus músculos?, ¿Tu cuerpo se acelera o se ralentiza?, ¿cambia la temperatura, y la respiración?, ¿Cómo y dónde lo notas?.
-TOLERANCIA DE LA EMOCIÓN: una vez que la emoción se siente, se nombra y se conecta con las sensaciones corporales… el paciente tiene que aprender a sostenerla y a ser capaz de quedarse en ella entendiendo que tiene que pasar por ahí.
-COMPRENDER Y ACEPTAR LA EMOCIÓN: si la emoción no se comprende ni se acepta, el trabajo del procesamiento emocional queda bloqueado. Tengo pacientes que me dicen que están enfadados y saben qué sienten en el cuerpo, pero verbalizan querer dejar de sentir eso. Este punto suele ser uno de los más difíciles de trabajar con muchas pacientes con SII. Es crucial comprender y aceptar todas y cada una de las emociones que sentimos aunque sean desagradables.
-MODULAR LA EMOCIÓN: cuando las emociones son muy intensas, el paciente puede aprender distintas maneras para regularlas y canalizarlas. Cada persona necesitará aprender sus formas específicas ya que no sirve todo para todos. Por ejemplo, hay personas que estar en movimiento les ayuda mientras que otras necesitan justo lo contrario y es descansar y parar.
-EXPRESAR Y COMUNICAR LAS EMOCIONES. Cuando las emociones se pueden verbalizar es menos probable que el cuerpo necesite expresarlas y es por ello, que habrá menos sintomatología física.
Si eres una persona que padece de SII espero que te haya ayudado entender que un proceso de terapia puede ayudarte a relacionar tu sintomatología con tu procesamiento de las emociones.