Muchos pacientes que he atendido a lo largo de estos años padecían migrañas. Empecé a darme cuenta de que todos los pacientes que atendía con migrañas comparten ciertas similitudes, y una de ellas es la represión del enfado. Obviamente el número de casos que yo he atendido es una muestra pequeña para sacar conclusiones y generalizaciones… pero entonces indagué y encontré muchas investigaciones que van en esta línea y que ahora os contaré.
· MIGRAÑAS Y DOLOR
La migraña es un tipo de cefalea primaria (dolor de cabeza) que afecta en torno a un 12% de la población adulta. Es considerada por la OMS como una de las 20 enfermedades más incapacitantes durante las crisis, ya que quienes la padecen se sienten verdaderamente afectados con la imposibilidad de llevar a cabo cualquier tarea (social, laboral, familiar).
Tener un dolor de cabeza convencional no tiene nada que ver con tener migrañas. La migraña supone sentir un dolor pulsátil muy intenso, que normalmente empieza en un lado de la cabeza y puede durar de horas a días.
Hay muchos factores implicados en el desencadenamiento de las migrañas: endocrinos (durante o próximo a la menstruación, en la menopausia, con toma de anticonceptivos orales), inmunitarios (reacciones alérgicas), metabólicos (fallos en procesos enzimáticos de degradación de catecolaminas tras ingerir algunos alimentos como el chocolate, queso, vino, cerveza, café, tabaco…), insomnio o hipersomnia, medicamentos, cambios de temperatura extremos y el estrés y el manejo del mismo asociado a emociones.
Quien sufre de migrañas sabe que el dolor de cabeza puede llegar a ser insoportable, pero hay otro tipo de dolores a los que hay que dar voz que provienen de la tristeza, sentimientos de culpa, vergüenza e ira.
· LA EXPRESIÓN DEL ENFADO
Expresar ira, enfado o rabia no siempre está permitido para muchas personas, ya que por valores culturales, religiosos o familiares se ha visto como negativo. Estas personas suelen sentir culpa, vergüenza o miedo al pensar en exteriorizar su enfado, así que suprimirlo pareciera la salida más factible a pesar de que conlleve un aumento del estrés y síntomas físicos como el dolor.
La ira puede predisponer, exacerbar, ser consecuencia o perpetuar el dolor y las migrañas. Muchos pacientes relatan cómo cuando se enfadan suelen tener una migraña después (los que son conscientes de esta relación).
· LA RELACIÓN ENTRE LAS MIGRAÑAS Y EL ENFADO
Sabemos que cuando las emociones se reprimen tienden a buscar otras formas de expresarse, y una de ellas es la SOMATIZACIÓN, a través de síntomas físicos (tales las migrañas).
En general, los pacientes psicosomáticos en vez de regular sus emociones, lo que intentan es controlarlas físicamente como una forma de evitación. Es decir que la tensión muscular involuntaria en varios niveles daría lugar a que se produzca una vasoconstricción y la vasodilatación de las migrañas que produce el dolor y el resto de síntomas característicos de la crisis es la vía compensatoria que tiene el cuerpo.
Ha habido autores como Wolff que han descrito características de personalidad de los pacientes migrañosos como son: perfeccionismo, necesidad de orden, rigidez, sentimientos de hostilidad, agresividad y resentimiento reprimidos. Estos rasgos no explican por sí solos la migraña, pero sí son reacciones secundarias de REPRIMIR sentir las emociones de rabia, ira, hostilidad… Estos pacientes suelen utilizar las siguientes estrategias de afrontamiento frente al estrés: EVITACIÓN, AISLAMIENTO Y LA NEGACIÓN.
Es importante que pensemos durante un momento: ¿QUÉ ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO UTILIZO? Las que son activas como la resolución de problemas, expresión de las emociones, planificación y/o reflexión son más efectivas a la hora de reducir o eliminar el dolor. Sin embargo, todas las estrategias de afrontamiento pasivas: retraimiento, represión, evitación… contribuyen a que el dolor de cabeza aumente y sea más severo.
· LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EMOCIONAL
Para quien padece migrañas será muy importante tener la medicación adecuada que acompañe y alivie durante las crisis, pero sería muy conveniente que también realizara un tratamiento enfocado al procesamiento emocional. Algunos de los objetivos en este sentido serían:
-Ser conscientes de nuestras emociones y nuestras sensaciones corporales. Aceptar la emoción en lugar de evitarla.
-Observar y conocer en profundidad las sensaciones corporales que tenemos y que van unidas a nuestras emociones
-Aprender a nombrar e identificar qué emociones y sensaciones corporales sentimos y cómo exteriorizarlas, así como aprender a manejarlas para no reprimirlas.
-Entender la importancia de los niveles de activación y saber cuándo uno se desregula (nos hiperactivamos o hipoactivamos) para conseguir volver a un estado de regulación media. (Quien quiera ampliar más información sobre esto puede leer sobre la VENTANA DE TOLERANCIA).
-Entrenar y ejercitar la capacidad de autoobservación de cuerpo, emoción y pensamientos.
Un paciente con migrañas recurrentes necesitará aprender a detectar y procesar sus emociones para mejorar su calidad de vida.
Concluyendo, cuando no expresamos la ira, el enfado, la rabia de una manera adaptativa, van a producirse una serie de malestares y dolores físicos (como podría ser la migraña en algunas personas). Por lo tanto manejar las emociones (como el enfado) será un factor de protección y de prevención para reportar menos síntomas físicos y menos enfermedades.