La pérdida parcial o total de pelo en la mujer provoca un nivel de sufrimiento muy alto que en muchos de los casos permanece en SILENCIO. Hoy me gustaría hablar de las consecuencias sociales y emocionales que provoca la alopecia en la mujer, así como del tratamiento psicológico.
¿Por qué específicamente en la mujer? Porque hay diferencias sociales y culturales en relación a cómo se vive que un hombre o una mujer pierdan pelo. ¿Miraríamos de la misma manera a un hombre o una mujer que tiene una pérdida de su cabello o que es calvo/a?. La respuesta es no: en el hombre existe una mayor aceptación social (lo que no significa que los hombres no sufran) que la que tiene la mujer.
· CONEXIONES ENTRE LA DERMATOLOGÍA Y LA PSICOLOGÍA
Los factores psicológicos tienen un papel importante en la aparición y mantenimiento de enfermedades cutáneas. Y problemas dermatológicos (psoriasis, dermatitis, acné, alopecias, rosácea…) afectan a la imagen personal y conllevan sintomatología psicológica (ansiedad, depresión). Es decir, la mente y la piel van unidas de una manera muy estrecha.
Un ejemplo de esto se puede ver en la historia de N.: una mujer de 40 años que cuando tenía que afrontar situaciones que le implicaban un nivel de estrés alto, veía como su cuerpo se llenaba de ronchas rojas, las cuales iban y venían sin un patrón físico determinado sino que estaban ligadas a su estado emocional. El hecho de que aparecieran estas ronchas visibles para los otros le provocaba mucha vergüenza y evitaba tener que ir a situaciones sociales para que no se las vieran los demás.
· LA IMPORTANCIA DEL PELO
Una mujer identifica su atractivo en distintos elementos de su cuerpo y uno de ellos es su cabello. El pelo es como una corona, es símbolo de belleza, un atributo sexual de la feminidad, de fortaleza, de orgullo. Por lo tanto, el pelo es un componente esencial de nuestra imagen corporal y de nuestra autoestima.
La función principal del pelo es la social y/o estética en las relaciones interpersonales. Una gran cantidad de mujeres son usuarias de tratamientos que refuercen, den volumen y así evitar la caída del cabello cuando se muestra deficiente.
La pérdida de pelo se asocia a una pérdida del atractivo, de la fertilidad, a envejecimiento, a debilidad.
Hace unos años atendí a C., una mujer de 50 años que perdió la totalidad de su pelo. Llevaba varios años utilizando peluca y esto le provocaba una angustia muy grande en relación a la mirada que los demás tenían sobre ella. Llegaba a ser un tema obsesivo (cada día dedicaba varias horas a pensar sobre ello sin poder quitárselo de la cabeza), estaba hipervigilante en cualquier interacción social y continuamente percibía que los demás se reían o burlaban de ella. Se sentía muy insegura y con poca confianza en sí misma.
· SINTOMATOLOGÍA PSICOLÓGICA VINCULADA A LA ALOPECIA FEMENINA
-BAJA AUTOESTIMA: una pérdida de la confianza en sí misma, inseguridades, pensamientos hacia sí misma muy negativos. Hay comparativas constantes con otras mujeres que siempre salen ganando lo que provoca un sentimiento de inferioridad.
-ANSIEDAD Y PREOCUPACIÓN EXCESIVA: sensación de inquietud constante, dificultad para concentrarse, irritabilidad, alteraciones del sueño (dificultad para conciliar sueño, despertarse a mitad de la noche), pensamientos obsesivos (pensamientos o imágenes recurrentes en torno al pelo muy intrusivos que intentan ignorar o suprimir, mirar repetidamente el cabello de otras mujeres)
-HIPERVIGILANCIA constante, tener la sensación de que cualquier persona va a estar mirando su pelo y que lo van a rechazar, incluso pensar que puedan reírse o burlarse, o que las vean como “pobrecitas”. Perder pelo puede llegar a ser una experiencia muy traumática para la mujer.
-ESTADO DEPRESIVO: sentimientos de tristeza, disminución de la sensación de disfrute o placer por ninguna actividad, estar cansada o con poca energía, sentimientos de inutilidad, no ver sentido a la vida, pensamientos recurrentes de muerte…
-AISLAMIENTO SOCIAL y mantener en SILENCIO este tema. Provoca mucha VERGÜENZA en las mujeres, por lo que suelen mantenerlo oculto y ni siquiera lo hablan con amistades o familiares. Como las situaciones sociales provocan mucho estrés es muy probable que acaben evitando encuentros sociales, conocer gente nueva o reducir mucho su vida social.
-DETERIORO DE LA VIDA SEXUAL: si la mujer se siente poco atractiva y con una mirada hacia sí misma muy negativa, es posible que su vida sexual se vea deteriorada: pérdida del deseo sexual, evitación de relaciones sexuales…
-OTRAS EMOCIONES aparte de la tristeza y la vergüenza que comentaba antes: el enfado, la envidia, la frustración, impotencia, el miedo…
Cuando empecé a ver a P. su motivo de consulta tenía que ver con un estado de ánimo bajo, desmotivación, pérdida de ilusión y una percepción de sí misma muy negativa. Fue a lo largo de la terapia cuando pudo por primera vez verbalizar la vergüenza que le provocaba tener alopecia androgénica. Era la primera vez que lo hablaba con alguien ya que lo había mantenido oculto. Durante la terapia decidió acudir a un dermatólogo tricólogo que le puso un tratamiento, mientras que seguíamos con la terapia psicológica.
· TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA ALOPECIA FEMENINA
-RECOGIDA DE INFORMACIÓN (HISTORIA DE ACONTECIMIENTOS VITALES): siempre realizo este repaso de la vida de la persona: desde su nacimiento hasta el momento actual, ya que para mí es importante ver qué acontecimientos vitales importantes ha tenido que enfrentar, cómo los ha afrontado, de qué recursos cuenta y si han quedado duelos no elaborados.
-GENOGRAMA Y RELACIONES FAMILIARES: la información de la familia de origen, las relaciones entre los miembros, si ha habido miembros de la familia con algún antecedente psicológico y/o psiquiátrico, si alguien ha presentado algún diagnóstico en torno al pelo y cómo lo vivió, qué mirada recibió de sus padres en torno a sí misma y a su imagen corporal, qué concepto de belleza aprendió de sus padres, cómo se expresaban las emociones en la familia…
-COORDINACIÓN CON EL DERMATÓLOGO (Especialista en Tricología). Visitar un dermatólogo que realice un diagnóstico y establezca qué tratamiento es el más adecuado, así como saber qué pronóstico de mejoría pueda haber.
-ROMPER EL SILENCIO: hablar de la alopecia, nombrarla y que deje de ser tabú será un paso crucial para ir aceptándola y afrontándola. Valorar qué personas son de confianza y podrían ser acompañantes.
-ACEPTACIÓN DE LA ALOPECIA: los pasos anteriores son indispensables. No se puede afrontar ni aceptar algo que no se nombra. Y por otro lado, conocer hasta dónde se podrá mejorar y hasta dónde no, asumiendo la cronicidad de este diagnóstico . Habrá que trabajar con los RECURSOS que tenga cada persona (los ya existentes o crear nuevos) para aumentar la capacidad de resiliencia.
-Trabajar en la idea de “ESTAR EN FALTA”. Perder pelo coloca a la mujer en una posición de VULNERABILIDAD, de ahí que hable de “estar en falta de algo”, de no ser completa ni perfecta. Nadie lo somos, aunque esta idea de no ser completos no nos suele gustar. Es un reto saber afrontar en lo que cada uno de nosotros estamos en falta. Hay que hacer un DUELO por el pelo soñado (imagen deseada de cabello) o bien por el pelo que se tuvo en el pasado y ya no se tendrá de la misma manera.
Todos estamos en falta de algo y nos sentimos vulnerables frente a temas. La particularidad de la alopecia femenina es que es VISIBLE para los demás y que hay un componente social que explicaba al principio de mi post que influye y es el rechazo social que existe frente a la caída de cabello en la mujer.
-EXPRESIÓN Y MANEJO EMOCIONAL de todas las emociones descritas en el punto anterior: tristeza, enfado, miedo, frustración, impotencia, vergüenza…
-TRABAJAR EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES Y LA MIRADA DE LOS DEMÁS: es decir, valorar cuánto de cómo creo que me miran los demás tiene que ver con que estoy proyectando mi mirada propia. Si yo creo que soy una persona horrible y que rechazo mi aspecto físico, en especial mi pelo, va a ser imposible que yo vaya a anticipar que los demás me van a mirar con buenos ojos.
-TRABAJAR EN LA PROPIA MIRADA, en busca de una mirada desde el cariño y la comprensión. Mirarme con cariño va a ser uno de los mejores recursos para afrontar la alopecia femenina.
