Hay muchos términos psicológicos que conocemos y de los que hemos oído hablar en algún momento: uno de ellos es el complejo de Edipo. A veces escucho cosas como: “El complejo de Edipo es que el niño/a está enamorado/a de sus padres”. Hoy me gustaría hablaros de esta etapa importante en el desarrollo evolutivo de un menor de una forma clara para que se pueda entender y para que como padres y madres sepáis cómo manejarlo.
-FASES EVOLUTIVAS EN EL DESARROLLO DE UN/A NIÑO/A
Freud habló de distintas etapas psicosexuales en el desarrollo de un niño/a: etapa oral (0-2 años), etapa anal (2- 4 años), etapa edípica (4-6 años), etapa de latencia (6-12 años), pubertad (12-18 años). (Si se quiere ampliar más información sobre las etapas y educar en sexualidad hace tiempo escribí otro post sobre ello: http://www.mariapsicologamadrid.com/blog/2019/10/30/educar-en-sexualidad-desde-pequeos)
Hoy me centraré en la etapa que va desde los 3-4 años hasta los 6 años aproximadamente.
A partir de los 3 años los/as niños/as empiezan a darse cuenta de las diferencias físicas entre ellos y los demás. Se vuelven curiosos acerca de la desnudez. Se dan cuenta de los genitales de otros niños y de sus padres, les gusta mostrarlos. Empiezan a preguntar de dónde vienen los bebés, cómo se hacen. Pueden mostrar interés por juegos de “papás y mamás”, dicen palabrotas sin saber qué significan…
También en esta franja de edad buscan ejercer poder sobre los demás, comenzando por sus padres. Expresan su deseo de poseer (“Aquí mando yo”) y de oponerse (“¿Por qué me tengo que ir a la cama si vosotros todavía no vais?). Les gusta entrar en competición, disfrutan ganando y les cuesta asumir cuando pierden.
-¿QUÉ ES EL COMPLEJO DE EDIPO?
El complejo de Edipo forma parte de una etapa que va entre los 3 y los 6 años de edad. Freud fue el que se encargó de hablar de qué ocurría en este momento evolutivo pero solo hablaba de familias heterosexuales (padre, madre e hijo/a), por ello es necesario ampliar información para entender qué sucede en familias monoparentales y homoparentales.
El complejo de Edipo se define como el conjunto de emociones y sentimientos infantiles, tanto de amor como de odio, dirigidos hacia los progenitores de forma ambivalente.
Freud planteaba que el/la niño/a siente en un primer momento deseos inconscientes de amor y posesión hacia el progenitor del sexo opuesto, mientras que siente envidia, rabia y celos frente al otro progenitor. Más adelante este conflicto se resolverá ya que el progenitor rival dejará de serlo para convertirse en una figura a quien admirar y un modelo a seguir. De esta forma aceptará su lugar en la familia como hijo/a.
La fase edípica puede ser más o menos intensa según cada niño/a. Puede pasar más desapercibida en un/a niño/a y ser más evidente en otro.
-¿QUÉ SUCEDE CON LAS PAREJAS QUE NO SON HETEROSEXUALES?
En familias MONOPARENTALES (donde solo existe un progenitor) y en familias HOMOPARENTALES (donde los progenitores son del mismo sexo) hay autores que consideran que más allá de que la pareja sea heterosexual u homosexual, lo relevante es la inclusión de un TERCERO.
En FAMILIAS MONOPARENTALES cuando el otro progenitor esté ausente por las razones que sean (fallecimiento, donación de esperma u óvulos, abandono de la familia), será NECESARIO INCLUIR en el discurso que habrá otro con el que el progenitor podrá emparejarse en el futuro y nunca será el/la hijo/a.
La estabilidad psicológica de los hijos no depende de la presencia de un padre o una madre, sino de las dinámicas familiares ejercidas en las vinculaciones afectivas con las personas significativas para los niños y las niñas.
En FAMILIAS HOMOPARENTALES lo fundamental es que al/la niño/a se le ayude a entender su lugar fuera de la díada de pareja.
En todas las familias siempre va a haber modelos identificatorios masculinos y femeninos ya sea dentro o fuera del hogar (profesores/as, otros miembros de la familia, amistades de progenitores)
-¿CÓMO SE MANIFIESTA EL COMPLEJO DE EDIPO?
-Expresar preferencia por uno de los progenitores y mostrar posesividad. Ejemplos: “contigo no, quiero a papá/mamá”, “quiero casarme contigo”, “Tú eres mi novia/o”, “quiero dormir contigo”, “quiero tocarte las tetitas”, “ve ya a la cama”, “no le dés besos”
-Querer ocupar el lugar del padre o madre hacia el que no están mostrando su preferencia, ya que lo consideran un/a rival. Pueden fantasear con excluirles o deshacerse de ellos. Ejemplos: “Voy a matar a …”, ” se va a ahogar y se va a morir”, “Ya no quiero vivir con …”, “no quiero que venga de viaje”, “Por qué no te quedas conmigo viendo la tele y si con él/ella?”
-Sentimientos ambivalentes hacia el otro progenitor por el que no se tiene preferencia: le ven como si fuera un rival del que deshacerse y reemplazar. Pueden sentir rabia y enfado, y a la vez en otros momentos admiración porque es una figura de referencia con la que identificarse.
-Mostrar celos si los progenitores no le prestan atención y tener comportamientos de querer separar a la pareja. En el caso de familias monoparentales puede darse con otras personas del entorno familiar (abuelos/as, tíos/as). Ej: interrumpir conversaciones, meterse en medio de la pareja en el sofá, no querer ver que se dan besos”
-¿CÓMO MANEJAR LOS COMENTARIOS O COMPORTAMIENTOS DE LOS MENORES?
-Ser claro/a en explicar el lugar que ocupa el hijo/a: “No puedes ser mi novio/a porque ya lo es _____ (el padre, la madre, la pareja del mismo sexo, o si no hay en ese momento ninguna pareja trasladarle que en un futuro existe la posibilidad de que habrá otra pareja pero que no será nunca él/ella).
-Clarificar el vínculo afectivo: “Tú si quieres en el futuro podrás tener parejas pero nunca serán tu mamá o tu papá”
-Poner límites en la relación de pareja y ayudarle a estar en el lugar de exclusión: “Ahora en este ratito necesitamos un tiempo de estar en pareja y tú no vas a estar, así como hay otros ratos que pasamos tiempo contigo a solas”, “A veces haremos cosas sin ti”.
-Equilibrar la responsabilidad de la crianza entre ambos progenitores, o en el caso de que solo haya uno, que el menor también esté al cuidado de otros adultos con los que haya establecido una relación afectiva.
-No hay que reírse ni ridiculizar los comentarios de seducción o de atracción, pero tampoco ser partícipe de ellos y permitir que el niño/a sea quien haga lo que quiera. Ej: “no podemos mandar a papá al sofá porque papá duerme conmigo y tú duermes en tu habitación”. “No puedes besarme en la boca, eso solo lo hacemos nosotros/as”.
-Trasladar un mensaje de amor a la vez que se colocan estos límites: “Te quiero mucho pero nunca nos casaremos ni seremos novios porque los padres y los hijos no se casan ni son pareja”. El amor de un padre o una madre hacia su hijo es muy fuerte, a la vez que trasladarle que es muy diferente del amor que se siente en una relación de pareja.
-No enfadarse con el menor porque muestre cualquiera de los comportamientos anteriores. Mostrar empatía en la expresión de sus emociones. “Entendemos que esta situación te pueda enfadar mucho”.
-¿CUÁLES SON LAS IDEAS FUNDAMENTALES CON LAS QUE QUEDARSE PARA ENTENDER EL COMPLEJO DE EDIPO?
-Que los menores INTERIORICEN que existen unos LÍMITES y que no pueden tener todo lo que quieren ni hacer todo lo que quieran. Esto permitirá que asuman la posición de estar EXCLUIDOS de la relación de pareja y la frustración que eso conlleva.
-Entender el paso de estar en una relación DIÁDICA a una TRIÁDICA. Por ejemplo, este aprendizaje permitirá en cualquier relación del futuro (social, laboral, familiar) que cuando haya 3 ó más personas a veces será el centro de atención y otras no.
-El desenlace del Complejo de Edipo es llevar al niño/a a nuevas IDENTIFICACIONES y a INTERNALIZAR sistemas de normas, límites, valores y prohibiciones.
-Si no se atraviesa esta etapa acompañando de manera natural al niño/a por ella podría pasar que las relaciones románticas adultas maduras sean un desafío y que existieran conflictos de competitividad con personas del mismo sexo.
-Más allá del sexo de los progenitores, lo importante es que se dén dos tipos de funciones:
· FUNCIÓN “MATERNA” o como otros autores más contemporáneos han decidido llamar: “FUNCIÓN NARCISIZANTE” (para no llevar a equívocos ya que llamarla materna sugeriría que la tiene que hacer la madre y esta función la puede hacer tanto una madre como un padre como otra figura con un vínculo afectivo con el menor): que tiene que ver con satisfacer necesidades afectivas, alimentación, de contacto…
· FUNCION “PATERNA” (recuerdo de nuevo que no tiene que realizarla el padre sino que también podría hacerla otros miembros significativos) o también llamada “FUNCIÓN DE CORTE” se refiere al rol del tercer miembro que viene a establecer una “separación” del niño/a de su progenitor de preferencia para permitir que éste/a vaya construyendo una identidad y subjetividad separada. La personalidad del futuro menor se constituirá mediante diferentes identificaciones.
-Más importante que la realidad biológica anatómica del padre o madre para la construcción de la subjetividad del hijo/a es la organización psíquica del cuidador y el lugar que el menor ocupa en el universo interno de los padres
-Para terminar y siguiendo las ideas de la psicoanalista Silvia Bleichmar (2006), no es necesario para garantizar la salud psíquica de un niño/a que exista un padre y una madre, sino que lo que propone es que para asumir las tareas de crianza, el adulto o los adultos tienen que relacionarse de forma ASIMÉTRICA con el menor, ayudándole a estar en el lugar de hijo/a. Que dichos cuidadores reconozcan al hijo/a como seres en el mundo diferentes a ellos y no como partes de sí mismos.