El otro día un paciente me planteaba que su pareja y él se estaban planteando abrir la relación. Ambos tenían miedos y dudas sobre el tema y él me decía qué suponía a nivel psicológico dar este paso. Me pareció un tema interesante del que hablar en mi blog, así que vamos a analizar qué hay debajo de establecer una relación abierta.
· ¿QUÉ ES UNA RELACIÓN ABIERTA?
Cuando hablamos de una relación abierta se rompe el concepto de EXCLUSIVIDAD, es decir, una díada decide que uno o ambos miembros de la pareja pueden tener relaciones sexuales y/o emocionales con otras personas.
La relación abierta cuestiona la relación monógama y pone sobre la mesa el contexto social y familiar en el que hemos crecido. Éste es el que va a marcar lo que sería aceptable o no aceptable según nuestras experiencias y lo que hemos aprendido según los modelos de relaciones de pareja de nuestro alrededor. En los últimos años cada vez se escucha más la propuesta de otro tipo de relaciones de pareja lejos de la monogamia. ¿Son las relaciones abiertas una posibilidad para todos?.
· ASPECTOS CLAVE A LA HORA DE ESTABLECER UNA RELACIÓN ABIERTA
Hay una serie de preguntas que seria importante hacerse antes de llevar a cabo la elección de abrir la relación de pareja:
-¿ES UNA DECISIÓN CONSENSUADA Y LIBRE? , ¿QUÉ MOTIVACIONES HAY DETRÁS?
Si una parte de la pareja plantea abrir la relación y la otra no, ésta última tiene que plantearse: “¿quiero hacerlo?”, “¿Con qué motivación me planteo abrirla?”, “¿Tengo una necesidad interna o lo hago para complacer a mi pareja?”. Lo idóneo sería que ambas partes de la pareja tengan una motivación para abrirla, ya que si una parte quiere complacer a la otra y no lo hace desde una motivación propia, esto podrá pasar factura más tarde a la hora de afrontar las situaciones que vayan a darse.
Las motivaciones sobre que la relación abierta aporte: “ALGO MÁS” o “ALGO DIFERENTE” son las motivaciones más saludables a la hora de plantear abrir una relación de pareja. Ahora bien, si una pareja se plantea abrir la relación porque la finalidad es “arreglar” aspectos de su relación que no van bien, esto será peligroso. En este último caso, estarían buscando una solución a la problemática que probablemente solo fuera a añadir más dificultades aún. Sería algo parecido a cuando una pareja que está en un momento de crisis, decide tener un bebé para ver si las diferencias “mágicamente” se arreglan, y la crianza traerá más temas de los que ocuparse. Por lo que antes de abrir una relación de pareja hay que preguntarse también: ¿LA PAREJA ESTÁ EN CRISIS? o ¿ LA PAREJA NECESITA ALGO MÁS O ALGO DIFERENTE?.
-¿QUÉ TIPO DE NORMAS Y LÍMITES SE VAN A ESTABLECER?
Para responder a esta pregunta será muy importante que la pareja se comunique de una manera honesta y directa. Cada parte necesitará valorar de manera individual cuáles serían sus propias normas y límites y después explicitarlas para llegar a acuerdos. Un elemento primordial de una pareja que decide abrir su relación será la calidad de la comunicación que tengan, no sólo al inicio de abrir la relación sino durante todo el proceso de apertura.
Algunos ejemplos de normas y límites son:
-Límites sexuales: incluir solo prácticas de sexo seguro (¿uso de preservativo?, ¿barrera bucal?), ¿qué tipo de prácticas sexuales se tendrán con los demás?, ¿Hacerse pruebas de ETS (enfermedad de transmisión sexual)?
-Límites emocionales: ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a esas otras personas?, ¿Se conversará fuera de los encuentros?, ¿se pasará tiempo libre con esas personas?, ¿se dormirá con ellos/as?
- Grado de comunicación sobre las relaciones con terceros: ¿Ambos miembros de la pareja van a querer tener información?, ¿Qué tipo de información?, ¿Se pregunta?, ¿Se cuenta?, ¿qué se cuenta?
-¿Los terceros con los que se quedaría van a ser conocidos o desconocidos?, ¿con cuántas personas se puede quedar fuera de la relación principal?, ¿con qué frecuencia?, ¿se pueden repetir encuentros con la misma persona?
-Comunicar la relación abierta a otros: ¿Se contará a amigos/familia o se llevará como un aspecto privado de la relación?
· ¿CUÁNTO DE FANTASÍA, CUÁNTO DE REALIDAD?
En este punto quiero plantear la diferencia entre la teoría y la práctica, o lo que es lo mismo, la cabeza y la emoción. Es decir, el mayor reto a la hora de llevar a cabo una relación abierta va a estar en el manejo emocional. Las emociones que pueden ser diversas: miedos (posibilidad de enamoramiento, relación se acabe, infección por transmisión sexual), celos, enfado, frustración, tristeza, envidia…
Y este manejo emocional también irá directamente relacionado con la historia vital de la persona. Abrir la relación implica que hay un TERCERO, que la relación deja de ser una díada y ahora hay tres personas durante un tiempo. Una pregunta clave a hacerse es: ¿CÓMO ME MANEJO YO CUANDO ME SIENTO EXCLUIDO/A en otro tipo de relaciones o vínculos?. Por ejemplo, una persona que no lleve bien la exclusión, que haya tenido un sentimiento de celos vivido en relaciones de amistad, en relaciones familiares… será muy probable que si abre la relación le vaya a pasar lo mismo con esos terceros que aparecerán. No todas las personas están preparadas para sostener la posición de exclusión que plantea la relación abierta y reflexionarlo ayudará a poder tomar una decisión.
Es posible que una pareja pueda consensuar abrir la relación pero hasta que no la lleve a la práctica no va a poder ver cómo se siente al respecto, y probablemente las normas y límites haya que ir revisándolas de tiempo en tiempo o cuando una de las partes se sienta incómoda o dolida, ya que pasarán cosas imprevisibles.
Para concluir, una relación abierta no es ni tiene que ser mejor ni peor que otro tipo de relaciones de pareja. No podemos juzgar a alguien o a una pareja porque decida abrir su relación, ya que cada persona tiene que reflexionar acerca de cuál es el tipo de relación en la que se siente a gusto. Y no olvidéis que los ingredientes básicos para que una relación abierta funcione son : comunicación, honestidad, consentimiento, comodidad y respeto. EL CONSENTIMIENTO Y LA COMODIDAD no tienen que ser negociables, es decir, si no están, entonces habrá que plantear que la relación abierta no es una opción.
