Hoy vengo a hablar de una enfermedad mental que para las personas que la padecen y los familiares de alrededor supone una sensación parecida a estar en una montaña rusa de manera continuada: con subidas y bajadas del estado de ánimo. Es una enfermedad crónica, es decir, no tiene cura, pero sí hay elementos que van a ayudar y otros que perjudicarán a la hora de intentar conseguir una estabilización.
Probablemente habréis escuchado más de una vez que alguien hace uso del término “BIPOLAR”: “Es que eres bipolar, hoy te has levantado bipolar…”: para referirse a polos opuestos de algún comportamiento, pensamiento o emoción. Nada tiene que ver con el trastorno bipolar que hoy vengo a explicar.
QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR
El trastorno bipolar se caracteriza por cambios del estado de ánimo que varían desde un estado depresivo a un estado de euforia (o también llamado manía). También pueden coexistir ambos. Y existe un estado llamado de hipomanía (que sería una forma más leve de euforia). Estos cambios de humor pueden durar semanas y meses a diferencia de los cambios de humor que cualquier persona pueda experimentar.
La fase “depresiva” consiste en “sentirse en un pozo, un agujero o un vacío” y la fase maníaca a tener la “sensación fuera de control, un coche sin frenos, tener poder y grandeza”.
Habrá temporadas más estables de la enfermedad, y el objetivo será disminuir la frecuencia en la que ocurran los episodios maníacos y/o depresivos.
El ESTADO DEPRESIVO se caracteriza por:
-Tristeza, bajo nivel de energía.
-Apatía, sensación de angustia o vacío
-Descuido de aspectos personal, vestir ropa inapropiada
-Descuido de la higiene
-Dificultad para dormir, estar mucho tiempo en la cama
-Incapacidad de llevar unas rutinas cotidianas
-Ideación suicida
EL ESTADO MANÍACO o de EUFORIA se manifiesta con:
-Autoestima exagerada, sensación de grandeza
-Imprudencia
-Decisiones impulsivas, sin reflexión
-Disminuye la necesidad de dormir, sensación de energía
-Hablar demasiado, más deprisa de lo habitual, pensamientos rápidos y desorganizados
-Gasto excesivo de dinero
-Aumenta la actividad física, aumenta la libido sexual
QUÉ TIENEN QUE SABER LAS PERSONAS CON TRASTORNO BIPOLAR Y SUS FAMILIARES
• Los profesionales de la salud mental (psiquiatras y psicólogos) son los que realizan este diagnóstico y en quienes tienen que apoyarse para hacer todas las preguntas que necesiten
• La medicación es IMPRESCINDIBLE y no es opcional (como puede ser en otros cuadros clínicos). Cuando el paciente mejora suele querer dejar la medicación, por ello, hay que explicarle bien las consecuencias de hacerlo. Existen 3 tipos de medicación: los estabilizadores del estado de ánimo, los destinados a tratar episodios maníacos y los que tratan episodios depresivos. Conocer los efectos secundarios de las medicaciones también ayudará.
• Cuanto más conozcan esta enfermedad, más sensación de control tendrán y mejor podrán prevenir posibles crisis futuras. Esto ayudará a la ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD. Este punto es muy importante. Recuerdo a un paciente que su padre tenía trastorno bipolar y lo nombró en la primera sesión, pero después me reconoció que a pesar de que su padre llevaba años con el diagnóstico, no había querido saber nada, ni preguntar ni leer acerca de la enfermedad. Tenía mucho miedo a enfrentar de una manera emocional lo que suponía que su padre tuviera bipolaridad.
• Los cambios de estación influyen en el estado de ánimo y por tanto en alguien con trastorno bipolar también. Será fundamental la regulación del sueño, alimentación, ejercicio físico…
• Esta enfermedad no se elige, y convivir con el trastorno bipolar tendrá momentos difíciles.
• Incluir a la FAMILIA tanto en las citas con el psiquiatra, psicólogo y médico de cabecera será fundamental. Y el familiar probablemente necesite apoyarse en GRUPOS DE FAMILIARES para poder expresarse.
LOS ASPECTOS MÁS IMPORTANTES PARA CONVIVIR CON EL TRASTORNO BIPOLAR
• Que haya una buena ADHERENCIA A LA MEDICACIÓN. Que el paciente entienda que necesita su medicación diaria para lograr una estabilización y que si deja de tomarla o decide automedicarse por su cuenta, habrá más riesgo de entrar en una crisis. De hecho, la principal causa de una recaída suele ser el abandono de la medicación.
• Combinar la MEDICACIÓN con PSICOTERAPIA
• Aprender a DETECTAR SEÑALES DE ALERTA. Los episodios depresivos o maníacos no aparecen de repente, y es por ello que será importante aprender a detectar las señales de los días previos.
• TENER UN PLAN DE ACCIÓN para cuando se produzca la crisis ( manejo de tarjetas de crédito y dinero, llaves coche, quién llama al médico)
• Mantener unos AUTOCUIDADOS BÁSICOS: estabilizar los ritmos diarios:
-SUEÑO (acostarse y levantarse más o menos a la misma hora, rutina del sueño, lograr un mínimo de horas de descanso)
-ALIMENTACIÓN (menú equilibrado)
-EJERCICIO FÍSICO
-EVITAR EL CONSUMO DE SUSTANCIAS. Es muy habitual que personas con trastorno bipolar acudan a sustancias (alcohol, porros u otras drogas) para intentar regularse y porque dicen sentirse mejor gracias a ellas. El consumo de sustancias hace más complejo el trabajo para la estabilización y será un tema a tratar imprescindible.
-MANEJO DE SITUACIONES ESTRESANTES y el trabajo EMOCIONAL. Una de mis pacientes con trastorno bipolar me decía: “ni yo misma me entiendo muchas veces, paso de ser capaz de hacer todo lo que me proponga, a otros momentos en los que no puedo ni levantarme de la cama”
Será muy importante que el TRASTORNO BIPOLAR no se convierta en un tema tabú o en un SECRETO del que nadie dice nada ni habla. Y que todos: familia, profesionales y paciente vayamos en el MISMO BARCO Y remando en la misma dirección.