Hoy voy a hablar de algo que suelo atender muy frecuentemente en consulta y es el PENSAMIENTO DICOTÓMICO O POLARIZADO, y lo que significa es pensar que sólo existen dos categorías: o el TODO o la NADA.
QUÉ ES EL PENSAMIENTO DICOTÓMICO
Al pensar que sólo existen dos categorías, eliminamos la posibilidad de que exista un intermedio. Además esas opciones son opuestas y extremas, cuando en realidad lo que existe es un continuo por el que nos estamos moviendo. Las personas que tienden a pensar que sólo hay dos polos, pasan continuamente de uno al otro.
Algunos ejemplos serían: Bueno/Malo, Justo/Injusto, Perfecto/Imperfecto, Éxito/Fracaso, Estar alegre/Caer en una depresión.
Hoy vengo a mostraros lo importante que es encontrar la gama de grises y no sólo quedarnos en el blanco y el negro.
EJEMPLOS DE ESTA FORMA DE PENSAR
A continuación voy a traer cinco ejemplos de pensamiento polarizado para que se entienda de una manera más práctica:
1.J. es un hombre de 40 años que lleva unos meses con una nueva pareja. Ha tenido varias situaciones en las que no ha podido mantener una erección mientras estaba teniendo relaciones sexuales y se ha sentido un “perdedor”. Suele hablar continuamente en términos de “GANAR O PERDER”. Si gana, se siente un triunfador, si pierde, se siente un fracasado. Según él, “o se es bueno o se es malo sexualmente hablando”. Y no entra la posibilidad de que haya excepciones: días donde el deseo y la excitación sean menores, o que el estrés o su parte emocional influya, o cómo interactúe su pareja con él… Una parte del trabajo psicoterapéutico consistió en que pudiera aceptar que existe un intervalo con muchas posibilidades que pueden influir en una relación sexual, y que también existe el “empate”, que sería el intermedio del que vengo hablando.
2. S. durante las primeras sesiones habla de su madre como “la buena” y del padre como “el malo”. Cada vez que menciona a su madre sólo puedo describir características buenas, mientras que del padre sólo trae enfado y aspectos negativos. En este caso, vimos la importancia del equilibrio. S. descubrió cómo estaba viendo a sus padres y se permitió ver que su madre también tenía aspectos que no le gustaban y pudo ser capaz de verbalizarlos y cuestionarla, ya que había idealizado su imagen. Mientras que fue capaz de rescatar y reconciliarse con aspectos positivos de su padre.
3. A. quiere trabajar su inseguridad, y ese es el motivo de consulta que trae. Tiene una imagen de sí misma muy negativa. Verbaliza que duda mucho, que siempre recurre a los demás para que le solucionen las cosas ya que por sí misma no puede y expresa tener mucho miedo a equivocarse. El trabajo terapéutico consistió en trabajar las áreas donde se sentía insegura, pero también en descubrir que había otras en las que se sentía segura. Hablando de nuevo de la gama de grises, en ciertos aspectos sí había una inseguridad que trabajamos, en otros se movía con más o menos seguridad dependiendo de muchas variables y en otras se mostraba muy segura y ni siquiera se había dado cuenta de ello.
4. P. tiene sus emociones muy reprimidas, especialmente la tristeza. Si la deja salir, se siente un “débil”, ya que en este caso hay muchos aspectos que tienen que ver con el rol de género y lo que ha aprendido de manera social: “Los chicos no lloran y tienen que ser fuertes”. Aquí la línea de trabajo fue ir rompiendo construcciones que tenía como la de que un hombre muestre tristeza implica que sea débil, y que alguien puede ser fuerte y a la vez llorar.
5. A. es muy perfeccionista y exigente consigo misma. Se planifica el día y la semana de una manera muy rígida y cuando algo no le sale, siente que ha sido horrible y no sabe cómo manejar los cambios, imprevistos y la incertidumbre. Ella trae los dos polos: la perfección o la imperfección. Fue necesario que pudiera incluir esos intermedios que no podía ver: a veces las cosas no son de 10 o de 0, hay notas intermedias. Fue complicado porque hay muchas personas que no quieren abandonar el perfeccionismo, a pesar de que una parte de él les haga daño.
ALGUNAS IDEAS PARA TENER EN CUENTA PARA SALIRNOS DEL TODO/NADA.
-Temporalidad o permanencia. Que todos en algún momento de nuestras vidas y según qué nos haya pasado, hayamos tendido a pensar de una forma dicotómica no es signo de preocupación. Lo que sí sería conveniente identificar es si este tipo de pensamiento aparece de una forma estable y permanente en la vida de uno.
Un ejemplo de pensamiento temporal sería frente a una ruptura de pareja que alguien pensara: “Ya nunca nadie me va a querer”.
-Aprender a RELATIVIZAR y a INTEGRAR. Cuando más rígido sea el pensamiento, más flexibilidad habrá que incluir. Siempre animo a pensar en una línea continua donde en un extremo estaría un polo y el otro polo en el otro extremo. Normalmente solemos movernos en el intermedio oscilando y cambiando de un estado a otro.
-Para que sea más fácil de integrar, yo suelo hablar de PARTES o COMPORTAMIENTOS de cada uno. Puede haber comportamientos más cerca de un extremo, del otro, entre medias…
-Rasgos de personalidad unidos a este pensamiento: es muy difícil generalizar, pero sí es bastante común que quien piensa en extremos suelen tener: rasgos perfeccionistas, personas más racionales: piensan que existe una única idea objetiva sobre las cosas, personas que estén pasando por una etapa depresiva (y aunque se vea todo blanco y negro, tienden a quedarse más con el negro), narcisistas (quienes sólo ven lo contrario a los anteriores, se ven por encima de los demás y no tienen apenas autocrítica), rasgos más infantiles e inmaduros(donde se tiende a idealizar o a devaluar).
-Cuestionar los conceptos más polarizados. Cuando tendamos a la autoevaluación y la evaluación de los demás desde esas dos categorías, será importante pararnos a pensar en definir: Por ejemplo con el ser justo/injusto: ¿Qué es realmente ser justo?, ¿ Y ser injusto? Y a partir de estas definiciones, será más fácil ver que existen muchas excepciones a la norma general.
Y tú, ¿sabes cuántos pensamientos polarizados tienes? Como siempre transmito, lo primero es identificarlo, ser consciente para después cambiarlo.