EL MIEDO AL COMPROMISO
Hace unos meses recibí una llamada de una paciente que me pedía una primera sesión urgente, ya que se sentía muy agobiada. Al preguntarle brevemente por su motivo de consulta, me contestó: “Me caso”. Pensé que era podía ser un caso de miedo al compromiso.
¿QUÉ ES EL MIEDO AL COMPROMISO?
Si analizamos la frase miedo al compromiso y la dividimos, obtenemos lo siguiente:
-MIEDO: es una emoción que se siente frente a un posible peligro. En el caso de mi paciente, el peligro viene en relación al cambio que se iba a producir en su relación.
-COMPROMISO: entendido como la decisión de una persona de mantener un vínculo con su pareja y sentir la responsabilidad de cuidarlo de cara a un futuro.
Por tanto, el miedo al compromiso conlleva una duda acerca de dar pasos para consolidar el vínculo en un espacio de tiempo prolongado. Es importante diferenciar si el miedo al compromiso es temporal, o es algo que se instala de una manera más generalizada en la persona.
Por ejemplo, el miedo al compromiso de una manera pasajera puede darse en aquellos momentos vitales donde la pareja va a sufrir un cambio: vivir juntos, conocer a las familias de origen, plantearse comprar una vivienda en conjunto, tener hijos…, pero que tras un proceso de adaptación, acaba disminuyendo.
En este post, cuando hable de miedo al compromiso me referiré al que se instala de una manera más continuada en la persona.
POSIBLES EXPLICACIONES AL MIEDO AL COMPROMISO
Algunas posibles causas de sentir miedo al compromiso pueden ser:
-ESTILO DE APEGO ANSIOSO AMBIVALENTE O EVITATIVO EN LA INFANCIA: existen distintos tipos de apego, es decir, de maneras de vincularnos que las aprendemos desde la infancia con nuestra familia (padre, madre, hermanos, otros familiares). Si hemos tenido un apego ansioso ambivalente, donde el cuidado y el afecto a veces estaba presente y otras veces no, o bien no estaba presente nunca, existirán más posibilidades de sentir miedo al compromiso en la pareja en un futuro.
-SITUACIONES TRAUMÁTICAS VIVIDAS CON ANTERIORIDAD: haber experimentado malas experiencias con anteriores relaciones, pueden haber producido un rechazo frente a la posibilidad de volver a comprometerse con alguien. Por ejemplo: situaciones de infidelidad, celos, maltrato, abuso sexual…
-SENTIR OTRO TIPO DE MIEDOS, TENER UNA “PERSONALIDAD MIEDOSA”: Hay personas que sienten la emoción del miedo en otros ámbitos de su vida de una manera más generalizada: miedo a equivocarse, a hacer el ridículo, a situaciones nuevas… Entonces, el miedo al compromiso sería un miedo más añadido a otros miedos que serían importantes de trabajar.
-MANEJAR EL CONFLICTO DEPENDENCIA-INDEPENDENCIA: este es un tema muy recurrente en las relaciones de pareja. ¿Qué significa ser dependiente de mi pareja? ¿Y qué ocurre con mi independencia? Acompañado del miedo al compromiso se puede dar un miedo a sentir que uno se puede “perder” en la relación si se compromete más, que deja de ser autónomo, o de tomar decisiones en base a sus propias necesidades. Es un reto ajustar el grado de dependencia-independencia dentro de la pareja para que ambos se sientan cómodos.
Este era el caso de la paciente que os comenté al principio. Le asustaba que si se casaba quizá ya no tendría espacios individuales para ella, y que iba a fusionarse con la otra parte. Analizamos su relación, y vimos que hasta el momento ambos habían sabido equilibrar los espacios de pareja y los individuales, y que era cuestión de que ella pudiera calmar su propia angustia.
-PROTEGERSE FRENTE AL MIEDO AL ABANDONO, A LA PÉRDIDA O AL SUFRIMIENTO: Junto al miedo al compromiso puede coexistir un deseo de dicho compromiso, pero a la vez puede asustar sufrir, no ser correspondido, perder en algún momento al otro, y tener miedo al compromiso sería una forma de protegerse y posponer la posibilidad de que otro me abandone, o le pierda.
-INMADUREZ, DIFICULTAD PARA TENER RESPONSABILIDADES: comprometerse implica un grado de madurez, de asumir responsabilidades, de tolerar la frustración de que uno ya no es sólo uno y tendrá que negociar en ciertos momentos, no sólo recibir, sino también dar y ceder.
¿QUÉ HACER SI SE SIENTE MIEDO AL COMPROMISO?
Lo primero de todo es TOMAR CONCIENCIA de ello, y saber que se tiene miedo al compromiso. Puede ser que una persona no haya llegado a esta conclusión por sí misma, pero quizá en su historia de relaciones de pareja sí se lo hayan comunicado.
Entender el motivo o las posibles causas de cómo uno ha llegado a sentir ese miedo al compromiso, será muy útil para saber cómo trabajar con él. No será igual trabajar una situación traumática del pasado que no ha podido superarse, que una persona que en su vida suele ser temerosa por otro tipo de situaciones.
Después habrá que pensar si uno está dispuesto a cambiar, y ser capaz de asumir que cuando se elige algo, a la vez se está renunciando a algo. Siempre habrá una parte de limitaciones, junto a una parte de disfrute. Entender ambas y equilibrarlas también indica un autoconocimiento y una madurez personal.
Espero que os haya ayudado a reflexionar y entender mejor lo que implica tener miedo al compromiso.