A la hora de relacionarnos con los demás, podemos ocupar diferentes roles o “papeles”. Hoy me gustaría hablar de tres: Salvador, Perseguidor y Víctima (descritos por Karpman,1968), que si se mantienen en el tiempo, desembocan en relaciones insanas y poco igualitarias.
SALVADOR: presta ayuda incondicional, asume la responsabilidad de resolver los problemas de los demás, y percibe que el resto de personas le necesitan. Suele crear relaciones de dependencia con los que asumen el papel de “víctima”. Protesta por su sacrificio y esfuerzo. Se olvida de sus necesidades poniendo en primer lugar las de los otros.
PERSEGUIDOR: muestra agresividad, actúa bajo su propio interés para satisfacer sus propias necesidades sin tener en cuenta a los otros. Se cree superior.
VÍCTIMA: se presenta como persona sufriente, se siente incapaz de resolver sus problemas, se queja constantemente y muestra indefensión. Se sienten impotentes para realizar cualquier cambio.
Una misma persona puede pasar por los diferentes papeles según con quien se relacione.
Para conseguir relacionarnos de manera equitativa y sana, habría que transformar los anteriores papeles en: Ayudador empático, Asertivo y Vulnerable Responsable (Acey Choy,1990)
AYUDADOR EMPÁTICO: se interesa por el sufrimiento de los demás pero no se hace cargo de resolver sus problemas. Escucha y apoya sin solucionar los conflictos del otro. Es consciente de sus propias necesidades y no se olvida de ellas.
ASERTIVO: es capaz de decir lo que piensa y siente respetando los pensamientos y sentimientos de los demás. Intenta negociar sin querer quedar por encima.
VULNERABLE RESPONSABLE: tolera el sufrimiento desde un lugar adulto, lo entiende y trata de buscar salidas a la situación que provoca el malestar.
Lo más importante para romper con esos tres primeros roles es darnos cuenta de que los estamos desempeñando, es decir, crear conciencia de ellos, para poco a poco, lograr situarnos en otros papeles más favorables para nosotros y los demás.
Para concluir, quiero comentar que lo que subyace a los papeles de Salvador, Perseguidor y Víctima tiene que ver con las luchas de poder en las relaciones. Me gustaría terminar este post recomendando el siguiente libro: "El otro lado del poder", de Claude Steiner.