Hoy vengo a hablar de las miradas. Necesitamos que nuestra familia de origen nos mire para ir construyéndonos como personas en un plano cognitivo, afectivo, emocional, social y comportamental. Hay padres y madres presenten físicamente, cubren las necesidades físicas de los menores, pero no están en un plano emocional: no hay preguntas, no hay atención a las emociones, no hay una mirada  hacia ese menor que se siente invisible hacia sus padres.

·        EL ABANDONO EMOCIONAL ES UNA FORMA DE TRAUMA

El abandono emocional es la FALTA DE RESPUESTAS DE LOS PADRES ANTES LAS NECESIDADES EMOCIONALES de sus hijos/as: implica la ausencia de interacciones enriquecedoras como conexión, apoyo, preguntas y respuestas adecuadas en torno a las emociones y al cuerpo.  El abandono emocional es en cierta forma lo contrario al maltrato y el abuso de padres, ya que éstos últimos son ACTOS (gritan, golpean, critican, dañan), y en el abandono emocional hay una FALTA DE ACCIÓN DE LOS PADRES: no darse cuenta, desatender o no responder adecuadamente a los sentimientos de un/a niño/a. Como es un caso de OMISIÓN, no es visible. Muchos adultos no saben poner nombre a lo que vivieron.

·        CARACTERÍSTICAS DEL ABANDONO EMOCIONAL

Las emociones son un reflejo de nuestro yo más profundo. La familia con la que crecemos nos hace de espejo para reflejarnos quiénes somos. En la adolescencia revisamos esa construcción para continuarla por nuestra cuenta.

Cuando hablo de abandono emocional me estoy refiriendo a familias de origen en las que se han dado algunas de estas circunstancias:

-El menor no experimenta seguridad emocional o apoyo por parte sus progenitores.

-Falta de atención emocional en INTERPRETAR y COMPRENDER las emociones del menor.

-Progenitores ausentes y/o presentes con diferentes problemáticas (adicciones, depresión, bipolaridad, ansiedad…)

-Las emociones se han ignorado, invalidado, negado, evitado o criticado.

-Falta de celebración o alegría al experimentar una emoción positiva como felicidad o entusiasmo.

-Ausencia de consuelo y calma cuando el menor siente y expresa emociones.

-No se hacen preguntas ni se habla ni se expresan distintas emociones.

-Se descuidan e ignoran preferencias, gustos, disgustos, pasiones, debilidades, talentos. Los cuidadores dejan de conocer el verdadero yo de sus hijos/as.

-Pobre comunicación en general. Los menores pueden sentir que sus padres sí les quieren, que les proporcionan todo aquello material que necesitan dejando al margen todo lo relativo a lo emocional.

-Responsabilizar al menor tratándole como adulto. Tienen que hacerse cargo de cosas que no le corresponderían a un/a niño/a. Ej: se les pide que sean quienes calmen a los adultos, quienes estén pendientes de las necesidades emocionales de sus padres…

-Los padres y madres suelen tener una capacidad de autocrítica reducida o nula.

·        LO QUE SIENTE EL ADULTO QUE SUFRIÓ ABANDONO EMOCIONAL

-Hueco o vacío por dentro, sentimientos de soledad.

-Dificultades para saber lo que sienten en el cuerpo y para nombrar emociones.

-Miedo a la hora de conectarse emocionalmente y de confiar en otros por si vuelve a repetirse el abandono emocional de origen. Aprenden a cuidar por sí mismos, así que confiar en los demás supone un reto difícil.

-Pueden ser extremadamente autónomos e independientes y les cuesta pedir ayuda a los demás. Sin embargo, están muy pendientes de las necesidades de otros y dispuestos a ayudar en lo que necesiten. Esto a veces provoca que no tengan claros los límites para equilibrar el DAR-RECIBIR con los demás.

-Algunos adultos tienen una autocrítica elevada y sienten culpa en las relaciones interpersonales porque se cuestionan mucho las acciones que hacen.

-Sentimientos de ser diferente a los demás.

·        EL TESTIMONIO DE ALGUNOS DE MIS PACIENTES QUE VIVIERON ABANDONO EMOCIONAL

-A. es un paciente que el otro día me dijo: “María, quiero que hablemos hoy de por qué no me miro apenas al espejo”. Le dije que adelante, que le acompañaba a bucear qué había detrás de ello. Fue como coger una bobina de hilo del que empezamos a tirar. Él es una persona que se gusta físicamente, es decir, no tiene problemas con su cuerpo, se cuida, se alimenta saludablemente y hace ejercicio, es exitoso en su trabajo y reconocido. De niño siempre tuvo las necesidades básicas cubiertas (hogar, comida, citas médicas, área académica cubierta incluyendo la Universidad…) pero sin embargo, no entendía por qué no se miraba en los espejos de su casa… o bien por qué lanzaba miradas rápidas.

Cuando le llevé a observar su cuerpo y a que me pudiera relatar qué sentía y qué notaba cuando empezábamos a hablar de todo esto, me dijo: “Siento una sensación de invisibilidad”. “Siento un hueco muy grande en el que me gustaría que hubiera habido una mirada interesada de mis padres hacia mí, me hubiera gustado sentir que era IMPORTANTE para ellos”. A partir de aquí han ido surgiendo una serie de recuerdos e imágenes de su pasado con los que estamos actualmente trabajando.

-B. es una mujer casada con hijos. Se siente a gusto en su trabajo, con su familia y su entorno social. Sin embargo, cada vez que hablamos de sus padres, me dice que siente mucha tristeza y mucha rabia al mismo tiempo. B. tiene un padre con una enfermedad mental y una madre ausente en la parte emocional. Me relata sentirse HUÉRFANA, aunque expresa sentir culpa al decir esto ya que sus padres siguen vivos en la realidad pero nunca se ha sentido vista ni reconocida por ellos. Es enfermera, le encanta cuidar a los demás y siente tristeza por no haber recibido nunca preguntas de sus padres acerca de sí misma, de qué le gustaba, de qué pensaba acerca de distintas cosas, de qué sentía… Sus padres a día de hoy no sabrían ni decir cómo se llaman sus amistades, ni cuál es su grupo de música favorito, ni mucho menos cómo se siente en su trabajo.

-C. ha empezado a tomar distancia de sus padres en la vida adulta. Siente culpa y me expresa: “María, mis padres son buenas personas”. Y no lo dudo, probablemente el que no pudieran satisfacer las necesidades emocionales de mi paciente tenga que ver con que ellos mismos tuvieron una historia traumática previa y también fueron descuidados emocionalmente. C. está en pleno proceso de duelo y de despedida de los padres que le hubiera gustado tener para aceptar a sus padres reales. Estamos trabajando en ver a qué distancia necesita colocarse en relación a ellos.

·        EL TRABAJO DEL ABANDONO EMOCIONAL EN TERAPIA

Lo contrario al abandono emocional es la SÍNTONÍA EMOCIONAL. Una parte importante de la terapia será trabajar con el paciente en su YO ADULTO para que pueda ir sanando las heridas emocionales de su infancia e ir pudiendo darse a sí mismo/a esa sintonía emocional:

-ENTENDER, IDENTIFICAR Y EXPRESAR EMOCIONES Y SENSACIONES CORPORALES. Al negárseles una parte de ellos mismos (su yo emocional) es posible que se sientan desconectados, confusos/as y vacíos. Ayudar a diferenciar lo que es el miedo, culpa, vergüenza, tristeza, enfado, confianza, alegría… es un primer paso clave.

Dentro del trabajo emocional, uno de las tareas será realizar el DUELO por esas miradas que no se tuvieron y que les hubiera gustado tener. A la vez, aprender a mirarse a sí mismos y dejarse mirar por otras personas en la vida adulta. Para algunas personas, recibir la mirada interesada del psicólogo/a es el primer ladrillo para empezar a construir esta mirada interna y poco a poco ir recibiendo otras miradas de nuestro alrededor que se elijan.

-SENTIMIENTO CULPA: muchos padres y madres no se dan cuenta del alcance del daño que causan estas acciones y como decía anteriormente tienen poca capacidad de autocrítica. Algunos de mis pacientes me cuentan que no tienen recuerdos de infancia que expliquen este abandono emocional por lo que tienden a culparse a sí mismos. En realidad sí los hay pero son difíciles de ver porque se la ausencia es como si fuera invisible.

-RECONOCER LAS NECESIDADES INFANTILES NO CUBIERTAS, APRENDER A CALMAR A ESE NIÑO/A CUANDO SE ANGUSTIE DESDE NUESTRO YO ADULTO.

-ACEPTAR VULNERABILDIADES Y PEDIR AYUDA. Permitir que sean otros los que nos apoyen y nos cuiden en la vida adulta.

-SER CAPACES DE DEPOSITAR CONFIANZA EN TRAZAR NUEVOS VÍNCULOS POR EL MIEDO A RECIBIR NUEVOS ABANDONOS EMOCIONALES.

-CONSTRUIR LA PROPIA FAMILIA: elegir con quién queremos rodearnos en el área social, laboral, pareja.

-EQUILIBRAR LO QUE SE DA Y LO QUE SE RECIBE DE LOS DEMÁS MARCANDO UNOS LÍMITES SALUDABLES.

 

En resumen, con este post he querido mostrar una realidad que viven muchos menores y que de adultos les cuesta poner nombre. Espero que se haya entendido qué es EL ABANDONO EMOCIONAL y haber podido hacer visible unas dinámicas invisibles.  

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