Actualmente la mayoría de mis pacientes son adultos, pero la realidad es que en muchas sesiones acabamos trabajando sobre sus necesidades infantiles, hablando de sus “yo niños y niñas” y de sus experiencias vividas en la infancia. Lo que nos sucede en la infancia nos deja huellas que se graban en nuestra memoria por mucho tiempo. Esos recuerdos más adelante se podrán trabajar para colocarlos en un sitio que no nos duela. Y los recuerdos que sean agradables se podrán rememorar para revivir las sensaciones placenteras de los mismos. Hoy voy a proponerte contactar con un recuerdo bonito de tu infancia como cierre del año 2024 y para dar la bienvenida al 2025.
· LOS RECURSOS o MOMENTOS “DIAMANTE”
A lo largo de mi experiencia clínica he podido observar que incluso en los entornos más amenazantes y destructivos, la mayoría de las personas han podido tener experiencias agradables antes, durante o después de las experiencias difíciles vividas.
Hace muchos años cuando me estaba formando para ser psicóloga, una profesora explicó la importancia de encontrar aquellas experiencias que sirvieron para sobrevivir en momentos muy duros de la infancia, y decía que era como buscar “MOMENTOS DIAMANTE” y que encontrarlos era esencial. Ahora siempre utilizo esta metáfora con mis pacientes y hoy voy a llevaros a través de un ejercicio de visualización a que encontréis alguno de ellos.
El diamante es un mineral que se forma en condiciones de presión y temperaturas extremas existentes a profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre y una de sus principales características es que tiene una gran dureza.
Para entender qué es un recurso “diamante” yo pregunto: ¿QUÉ TE AYUDÓ A SOBREVIVIR a aquellas circunstancias tan difíciles del pasado?, ¿qué te sirvió para sobrellevarlas?. Algunas de las respuestas que me han dado han sido: otros adultos que cuidaron, actividades (jugar, leer, deportes, naturaleza), vínculos afectivos con mascotas, peluches, amistades…
Para que se entienda mejor pondré dos ejemplos de recursos “diamante” de dos de mis pacientes:
-I. creció en una familia en la que su padre le abandonó y su madre emigró con él y su hermano a España. Su madre estuvo muy deprimida, por lo que I. siente que pasó gran parte de su infancia y adolescencia solo. Rastreando sus recursos “diamante” apareció el RUGBY que fue un deporte que practicó en su adolescencia. Gracias a este deporte, I. siente que tenía un lugar para canalizar su tristeza, soledad, sentimientos de abandono… y allí se sentía querido por el equipo, el entrenador y se sentía seguro prácticandolo. Estuvimos trabajando en muchas escenas alrededor del rugby, contactando con todas las sensaciones físicas agradables que le proporcionaba esos recuerdos. Rememorar y revivir este recurso diamante para I. fue sumamente importante para trabajar en muchos recuerdos tristes de su pasado. Además en su presente puede recurrir a este momento para contactar con sensación de seguridad siempre que lo necesite.
-T. es otra paciente mía que vivió con un padre que le maltrataba física y psicológicamente. Dedicamos una sesión a buscar qué momento/recurso diamante había en su historia… y logró llegar al recuerdo de un peluche grande con forma de un oso que tenía en su habitación. Recordaba que cada vez que sentía miedo, se acurrucaba con su peluche de oso y éste le ayudaba a sentir menos miedo. Fue una sesión muy emocionante, y me dijo que había olvidado por completo las sensaciones agradables que le proporcionaba este peluche. El peluche estuvo con ella toda su infancia y recordó que lo guardaba en el trastero en la actualidad. Aunque ella ahora era una adulta, recurrir a las vivencias, sensaciones físicas y emociones que le proporcionaba su peluche resultaron tremendamente beneficiosas en el trabajo de psicoterapia.
· EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN GUIADA
Ahora te voy a proponer la siguiente visualización guiada para que puedas encontrar algún momento/recurso diamante en tu historia:
“Quiero que te sientas en un lugar que sea cómodo para ti. Sé consciente de tu cuerpo, de cómo está tu postura, de si tus músculos están relajados, cómo está tu respiración… Nota cómo te sientes aquí y ahora antes de empezar este ejercicio. Voy a proponerte que te vayas hacia atrás, hacia tu pasado, a alguna época que fuera difícil para ti: alguna pérdida, situaciones dañinas que ocurrieran en tu familia, experiencia escolar desagradable, mudanzas, enfermedad en la familia… piensa en qué edad tenías, qué era lo que estaba sucediendo. Es posible que conectes con el dolor, tristeza, soledad, miedo, vergüenza, impotencia… de dicha situación… Nótalo a nivel físico, en qué parte del cuerpo sientes esas emociones… y al mismo tiempo que estás con esa situación, voy a pedirte que pienses en algún momento que te venga a la cabeza que sucediera ANTES, DURANTE O DESPUÉS que sea positivo, algo que pudiste hacer, algo que estaba ahí y te ayudaba a calmarte, alguien que te escuchaba, es decir, QUÉ O QUIÉN te AYUDÓ A SOBRELLEVAR ESA SITUACIÓN… Permítete conectar con ese recurso/momento que usaste antes, durante o después de esa situación desagradable. Permítete sentir y pensar qué recurso o momento diamante era: tal vez un amigo o amiga con quien te sentías en compañía, quizá hacías manualidades (escribías un diario, pintabas…), tenías algún juguete o juego que te ayudaba a sentirte mejor, ¿alguna actividad extraescolar: hacías algún deporte, tocabas algún instrumento, ibas a teatro…?, quizá la lectura de cuentos o bien imaginabas y creabas tú tus propias historias… ¿Es posible que tuvieras alguna mascota con la que sintieras un vínculo afectivo especial?, ¿tenías peluches, muñecos especiales con los que dormías o ibas a distintos sitios?, ¿había algún familiar, profesor/a, entrenador/a, vecino/a que si te atendía?, ¿algún lugar de la casa te proporcionaba bienestar, seguridad?...
Cuando descubras qué de todo lo anterior era tu recurso/momento diamante, te voy a pedir que te quedes en ese momento durante un tiempo. Visualízalo, mírate y observa aquí y ahora qué siente tu cuerpo, qué emoción o emociones te vienen al rememorarlo. Es posible que te emociones, quizá vengan ganas de llorar… siente todo lo que te venga… y permítete sentirlo. Ese momento o recurso te ayudó a sobrevivir, y en el presente vas a poder recurrir a él siempre que quieras. Anótalo, escríbelo, busca una fotografía que te recuerde a tu momento diamante y tenlo presente siempre que lo necesites. Quédate sintiendo las sensaciones físicas agradables de tu cuerpo, si te viene algún pensamiento agradable y positivo, quédate en él… y poco a poco vamos a ir terminando y cerrando esta visualización”.
Ha sido una visualización corta pero espero que te haya servido para contactar con algún momento o recurso diamante. Ahora voy a proponerte el reto de que sigas por tu cuenta buscando más momentos diamantes de tu historia y que los guardes muy bien porque va a ayudarte mucho tenerlos cerca.