Recientemente estoy atendiendo a unos padres que han perdido a uno de los bebés tras un embarazo múltiple. Perder a un bebé durante el embarazo, parto y/o postparto es una de las experiencias más dolorosas que pueden existir. Y dentro de las pérdidas, la del embarazo múltiple tiene características particulares que a continuación os contaré.
· QUÉ ES EL DUELO
La palabra duelo viene del latín dolus que significa dolor, desafío o combate entre dos. El duelo es el proceso de elaboración de la pérdida de un ser querido a nivel de pensamientos, emociones y de vínculo afectivo. Afecta a nuestra identidad, a nuestras creencias sobre la vida y el mundo, a la relación con los demás y con nosotros mismos.
Las manifestaciones más habituales en el proceso de duelo son:
-Emocionales y afectivas: tristeza, apatía, ira, frustración, enfado, culpa, soledad, abandono, shock, impotencia, indefensión…
-Cognitivas: incredulidad o irrealidad, confusión, preocupación, dificultades para concentrarse, atender y memorizar, pensamientos e imágenes recurrentes, pensamientos obsesivos acerca del fallecido…
-Conductuales: sueños con el fallecido, dificultades en el área de sueño y de la alimentación, evitar recordatorios del fallecido, llorar, no querer despedirse de ningún objeto del fallecido ni cambiar la disposición de muebles donde vivía…
-Fisiológicas: síntomas de hiperactivación (palpitaciones, hiperventilar, sudoración, opresión en pecho y garganta) o hipoactivación (no sentir el cuerpo o sentirlo como ajeno, síntomas disociativos, falta de energía, debilidad muscular, vacío en el estómago, sensación de frío)
-Sociales: aislamiento, evitación, dificultad para relacionarse, sentir pérdida de la identidad, dificultades en las relaciones de pareja…
· PERDER A UN BEBÉ
Desde el primer momento que se confirma un embarazo, los progenitores comienzan a visualizar a su futuro hijo, a establecer un vínculo con él, a crearle una identidad, a construir su rol de padres y a hacerle un lugar en la familia. Cuando se pierde un hijo, hay muchas pérdidas a la vez: no solo es la presencia física, del vínculo afectivo, del futuro imaginado y las ilusiones colocadas en ello.
El duelo de perder a un bebé suele ser más intenso, complicado y de más larga duración que otros.
Gracias a las investigaciones sobre el tema se ha descubierto que la intensidad del duelo NO DEPENDE del número de semanas de gestación en el momento del fallecimiento del feto ni de haber sufrido anteriormente pérdidas gestacionales. Además la supervivencia en el caso de los gemelos no disminuye la intensidad del proceso de duelo.
· LA PÉRDIDA EN EMBARAZO MÚLTIPLE
-TRANSITAR ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE CONTINUAMENTE: los progenitores tienen que estar combinando un proceso de duelo por la pérdida de un hijo fallecido, contactando con dolor, tristeza, sufrimiento… mientras que a la vez tienen que cuidar de un gemelo superviviente y conectarse con la alegría, la ilusión y la conexión con la vida que crece. Son movimientos psíquicos muy fuertes que generan sentimientos ambivalentes y contradictorios.
Ej: los padres que estoy atendiendo me expresaban que no quieren estar tristes. Es natural, y he querido que entendieran la necesidad de ir equilibrando estar en uno y otro estado para que todas las emociones puedan expresarse. Entiendo que lo que les estoy pidiendo es sumamente complejo: DESPEDIRSE Y VINCULARSE AL MISMO TIEMPO.
-ACEPTAR LA SENSACIÓN DE VACÍO PERSISTENTE: hay una representación física de la pérdida todos los días. El hijo superviviente se convierte sin quererlo en el recuerdo interminable de cómo podría haber sido su otro hijo.
-REPRESENTAR MENTALMENTE AL GEMELO FALLECIDO. En el caso de gemelos monocordiales (comparten bolsa y placenta) que son idénticos puede ser difícil esa diferenciación. Los padres tendrán que lidiar con la comparación entre cómo hubiera sido el hijo faltante y el hijo presente, intentando no idealizar al faltante, es decir pudiendo manejar siempre la idea de incertidumbre de cómo habría sido el hijo fallecido… Y asegurarse de no transmitir involuntariamente el mensaje de que el menor fallecido es perfecto o mejor que el que vivió.
El PROCESO DE DIFERENCIACIÓN E INDIVIDUACIÓN será indispensable para elaborar la pérdida, liberando el lugar que ocupa el gemelo superviviente de sentimientos y emociones que no le pertenecen, más aún cuando físicamente el gemelo vivo sea idéntico al bebé fallecido.
Siguiendo en la misma idea anterior, no se recomienda la búsqueda de un nuevo bebé hasta haber podido avanzar lo suficiente en el duelo. Será posible buscar un nuevo bebé aceptando que el que se ha perdido es insustituible. Desde mi punto de vista, yo tampoco recomiendo repetir el nombre del bebé fallecido en futuros bebés para no entrar en confusiones y proyecciones colocadas y poder dar un lugar diferente a cada hijo.
Para que se entienda esta última idea, quiero contaros que cuando atiendo a una persona nueva en consulta siempre me intereso por la historia de su nombre. No os podéis imaginar lo que puede marcar desde el comienzo en la historia de la vida de una persona que te coloquen un nombre de un familiar fallecido. Otro día escribiré un post sobre este tema porque creo que es muy interesante.
-MIEDO A LA VINCULACIÓN CON EL GEMELO SUPERVIVIENTE: es muy común que la familia tema que si se coloca mucho en las emociones de tristeza, dolor, pérdida… el gemelo superviviente quede desatendido. A la vez también sienten angustia de que les pueda ocurrir algo grave y tendrán que ir separando lo que es el cuidado de la sobreprotección. El miedo a que el bebé crezca sano siempre está pero en estos casos es más intenso por todo lo vivido.
-OTROS DUELOS AÑADIDOS: esta familia no sólo tendrá que hacer el duelo por el bebé fallecido, sino por el duelo de lo que hubiera sido la relación de hermanos gemelos, de ser padres de gemelos, de la vida futura de ese hijo fallecido… Hay muchos duelos paralelos que habrá que tener en cuenta en el trabajo con estas familias.
-FACILITAR LA EXPRESIÓN DE TODAS LAS EMOCIONES QUE SURJAN: la tristeza, frustración, enfado, culpa, decepción, miedos, soledad…
-NOMBRAR AL HIJO FALLECIDO DESDE EL PRINCIPIO: cuanto antes se reconozca y se hable del hermano fallecido mejor. Nombrarle, poner fotos, recuerdos de él/ella desde el principio junto al del bebé superviviente es una manera de mantener la conciencia sobre el hermano fallecido. Nunca recomendaría que se mantuviera en secreto o que se ocultara este dato ya que es parte de la historia de esta familia y lo será para ese bebé que está creciendo. Su gemelo existió y existirá siempre.
Es posible que hasta los 4 ó 5 años no entiendan claramente lo que son los gemelos, así como unas primeras ideas sobre el concepto de muerte. Los niños tienen un pensamiento mágico a esta edad y la muerte es para ellos irreversible. (Para ampliar información sobre cómo hablar de la muerte con los niños podéis leer otro post mío más específico sobre el tema : https://www.mariapsicologamadrid.com/blog/2020/10/18/que-saben-los-nios-de-la-muerte). Recomiendo tratar de evitar eufemismos: está de viaje, dormido, en el cielo, es un ángel… porque pueden ser mensajes confusos para el menor que aún no tiene desarrollados conceptos abstractos.
-AFRONTAR HITOS EVOLUTIVOS EN LA INFANCIA Y OCASIONES ESPECIALES: ver dar los primeros pasos, dejar el pañal, primeras palabras, primer día de colegio… van a ser momentos difíciles así como el día del cumpleaños o el aniversario de la muerte del gemelo.
-APOYO GRUPAL: siempre que una familia lo necesite, compartir con otras familias que hayan pasado por una pérdida de gemelos va a ayudar a construir conexiones profundas y pueden ser de gran apoyo.
· EL HIJO SUPERVIVIENTE
Muchos padres y madres de gemelos que sobrevivieron han observado que en la infancia solían jugar con un compañero de juegos imaginarios. Podían hacer dibujos de dos personas en un autorretrato o a una persona a la que le faltan partes, o verbalizar sentimientos de soledad y/o tristeza.
Los gemelos (así como todas las personas concebidas como múltiples) tienen el fenómeno único de vinculación uterino: los bebés se conocen entre sí desde el principio del útero. Es lógico que pueda haber sentimientos de soledad, sentirse incompleto, vacío, tristeza sin razón aparente. Comenzaron su vida tan estrechamente conectados, que intentan encontrar el equilibrio fuera del útero.
Los estudios del útero muestran que como fetos pequeños, se acercan a su gemelo en conexión intencional ya a las 14 semanas de gestación. El sentido de identidad se desarrolló en la relación. El pequeño “yo” que emerge en el marco de un “nosotros”. El vínculo de gemelo que permite un profundo entendimiento mutuo entre pares de gemelos se formó antes de que nazcan.
Algunas emociones que podrá sentir el gemelo que sigue viviendo son:
-Sentimientos de duelo únicos: por esta idea de construcción de identidad con otro desde el útero.
-Sentimientos de culpabilidad: “estoy yo y no él”
-Sentimientos de soledad
-Sentimiento de pérdida, tener sensaciones de ser “la mitad”, miedo a la separación
· ACOMPAÑAR EN LA PÉRDIDA
La familia extensa también sufrirá la pérdida de este bebé y hay algunos aspectos que puede incorporar para ayudar:
-Evitar comentarios que vayan en la línea de concentrarse en el superviviente sin comprender que al mismo tiempo se necesita llorar la pérdida. “tú centráte en el bebé que crece”
-Evitar minimizar o quitar importancia a la pérdida: “es más fácil para ti tener solo uno que criar a dos”, “Sois jóvenes, podéis tener más”, “tienes que ser fuerte”
-No intentar encontrar algo positivo a la pérdida: este tipo de mensajes son dañinos recibirlos, ya que los progenitores tendrán que encontrar su propio significado en la muerte de alguien a quien aman.
Por el contrario lo que sí ayuda sería:
-Reconocer la pérdida y todas aquellas emociones que expresen.
-Ser un apoyo y mantener una posición de escucha y empatía. Muchas veces ser apoyo de alguien no significa necesariamente tener que decir, sino estar.
-Ofrecerse disponible para cualquier ayuda que puedan necesitar.
