El post de hoy va dirigido al tema de la ADOPCIÓN. Tomar la decisión de adoptar conlleva un camino largo de preguntas, dudas, temores, incertidumbres… que no siempre son fáciles de sobrellevar. A través de mi experiencia en el trabajo con familias adoptivas he podido observar que a veces hay preguntas muy importantes que nunca se hicieron previas a la adopción y/o nadie en el proceso les ayudó a realizarlas para poder reflexionar sobre las mismas. Por tanto, hoy voy a detenerme en 7 preguntas que me parecen esenciales antes de decidirse a adoptar.

1. ¿QUÉ ME MOTIVA A ADOPTAR?

          La idea de adoptar puede haber existido desde siempre o bien haberse ido creando a partir de algún acontecimiento vital. Algunas de las motivaciones que me he encontrado son:

           -Un sentimiento de ayuda, empatía y compasión frente a muchos menores que sufren en el mundo, y que están en situación de abandono, desprotección, descuido por parte de sus familias biológicas. Esta motivación por sí misma no sería consistente a la hora de enfrentar un proceso de adopción. Es imprescindible que exista un deseo y compromiso de convertirse en padre/madre.

          -Por el deseo de ser padre y/o madre. Aquí hay alguna variante: que dichos padres no hayan podido serlo de manera biológica o bien que teniendo algún otro hijo biológico, unido al sentimiento del punto anterior, deseen ampliar la familia a través de esta vía.

          -En ocasiones, hay una ambivalencia en la decisión(por un lado sí quiero, y por otro no): se puede buscar complacer a miembros de la familia de origen que tienen el deseo de ser abuelos, tíos… O bien hay una parte de la pareja que sí lo desea y la otra no. Es fundamental que el deseo esté en ambos progenitores (siempre que no hablemos de una familia monoparental) y que sea propio, no que provenga del exterior.

          -Si lo que moviliza es la idea de solucionar algún problema dentro de la pareja y se cree que el menor unirá, o bien la motivación va en la línea de disminuir un sentimiento de soledad propio, habría que detenerse a resolver estas problemáticas antes de iniciar cualquier proceso de adopción.

2. ¿EXISTE UN DUELO POR NO PODER SER PADRES BIOLÓGICOS? ¿ESTÁ ELABORADO?

          Como comentaba anteriormente, hay quienes no han podido ser padres biológicos por diversas circunstancias, y ven en la adopción una luz para poder lograr ese sueño. No poder ser padre de manera biológica requiere haber elaborado un duelo previo, es decir, la expresión y manejo de todas aquellas emociones que producen no ser “el padre o la madre que yo hubiera imaginado” para dar paso a ser padres adoptivos y asumir y aceptar las diferencias que existen. Si se desconoce si se ha elaborado o no el duelo, sería conveniente consultar con un profesional.

3. ¿TENGO INFORMACIÓN BÁSICA ACERCA DEL DESARROLLO EMOCIONAL Y EVOLUTIVO DE UN MENOR?

          Con esta pregunta no quiero transmitir que un futuro padre o madre tenga que tener conocimientos profundos sobre Psicología, pero sí es importante que conozcan términos como LA TEORÍA DEL APEGO (http://www.mariapsicologamadrid.com/blog/2014/12/17/crianza-y-estilos-de-apego) , y la importancia del desarrollo afectivo-emocional que se desarrolla en los primeros tres años. El menor se vinculó con unas primeras figuras de referencia no siempre de una manera sana y adaptativa y volver a vincularse con otra familia requiere de un tiempo y a veces surgen dificultades: miedos, temor a volver a revivir un abandono, inseguridad, dudas, agresividad, evitación… que si se conocen previamente, se podrán enfrentar con más herramientas.

4. ¿QUÉ EXPECTATIVAS TENGO SOBRE MI FUTURO HIJO/A?

          Crearse unas expectativas en torno a cómo será mi futuro hijo/ a es un aspecto natural del proceso, lo que hay que tener en cuenta es que esas expectativas puedan ser flexibles y que podamos adaptarlas cuando enfrentemos al futuro hijo/a REAL. En este punto observo una de las mayores dificultades de los padres que adoptan, ya que les es difícil reconstruir las expectativas creadas.

          Adoptar requiere RECONOCER Y ACEPTAR LA HISTORIA PREVIA del futuro menor. Aquí hay una de las diferencias frente a los padres biológicos, ya que el menor adoptado trae momentos vividos, recuerdos y experiencias de todo tipo en los que los padres adoptivos nunca estuvieron. Los menores tienen derecho a conocer su HISTORIA (la que vivieron antes de llegar a su familia actual) y hay que acompañarles cuando llegue el momento.

5. ¿A QUÉ POSIBLES DIFICULTADES TENDRÉ QUE ENFRENTARME?

          Las problemáticas más comunes que he observado han sido:

  • Retrasos madurativos en el desarrollo: a nivel motor, de lenguaje, dificultades de aprendizaje, problemas para mantener la atención y memorizar, trastornos de alimentación, enuresis, dificultades en el sueño…

  • Experiencias previas de abandono emocional, negligencia o maltrato por los padres o familia biológica, que han dejado una “herida emocional”

  • Miedos en torno a volver a crear vínculos de seguridad y confianza

  • Conductas agresivas, disruptivas, de desobediencia

  • Adaptación a una cultura diferente. Por ejemplo verse “diferente” en los rasgos físicos.

  • En un futuro quiera conocer sus orígenes o incluso contactar con algún miembro de su familia de origen. (Este punto suele asustar a los padres adoptivos)

         Verse expuestos a discriminación por parte de personas del exterior

6. ¿TENGO APOYO FAMILIAR/SOCIAL/DEL ENTORNO?

          Tener una red social de apoyo, ya sea familiar, de amigos, vecinos… siempre va a ser un elemento muy positivo a la hora de enfrentar todo el proceso de adopción. Si no se tuviera unos apoyos adecuados, sería recomendable contactar con otras familias adoptivas para apoyarse mutuamente o recibir ayuda profesional.

7. ¿CONOZCO CUÁLES SON LOS SENTIMIENTOS MÁS COMUNES POR LOS QUE PASAN OTROS PADRES ADOPTIVOS?

          -IMPOTENCIA Y FRUSTRACIÓN: por los papeleos, la incertidumbre de la espera, los viajes, el proceso largo, la autoexigencia de ser “padres perfectos”

          -SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD si se ponen límites, y piensan que ya han vivido suficientes situaciones complicadas para aplicar castigos o consecuencias. Esto es un trabajo muy importante que los padres tendrán por delante, ya que los límites al contrario de lo que se piensa, tranquilizan y protegen al menor porque le ayudan a autoregular su comportamiento.

          -VERGÜENZA frente al exterior si tiene algún comportamiento desobediente o inmaduro.

          -TRISTEZA frente a actitudes frías o distantes y poco afectuosas.

          -MIEDO frente al rol de “padre” o “madre”, y también aparece el miedo cuando se piensa en que algún día querrá saber sobre su historia y sus padres biológicos, qué y cómo explicar su historia, así como sentir que hay que “competir” con sus referentes previos.

          -CONFUSIÓN y ambivalencia: “a veces le quiero mucho y otros días siento rechazo y enfado”.

          Como conclusión, transmitir mi apoyo a todas las familias que están en procesos de adopción y espero que estas preguntas hayan servido de ayuda para replantear y reflexionar sobre temas que quizá se habían pasado por alto.

 

 

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