La jubilación abre la puerta a un ciclo vital nuevo, y la mayoría de personas dedica mucho tiempo a pensar en cómo va a ser su situación económica cuando llegue esta etapa (cuánto ganará en la jubilación, si abre un plan de pensiones, cuánto ahorra…). Sin embargo, no todos hacen una preparación psicológica de este momento y hay quien sufre un momento de crisis a la hora de enfrentar esta etapa, por tanto, vengo a hablar de lo importante que es hacer una preparación psicológica antes de la jubilación y de tener suficientes RESERVAS EMOCIONALES.
· MOMENTOS PREVIOS A LA JUBILACIÓN
Muchas personas dedican tiempo en planear una boda, hay quienes más de un año. ¿Por qué no hacer lo mismo con la jubilación?
Es necesario pensar en la IDENTIDAD de uno y lo que se pierde, para poder despedirse y buscar nuevos sentidos y significados a la vida sin trabajar.
En esta preparación, uno puede ir preguntándose: ¿CUÁLES SON MIS APTITUDES?, ¿QUÉ ME GUSTA HACER?
Es momento de cuidar la autoestima, la imagen de uno mismo independientemente del trabajo que uno ha desempeñado. Para quienes se definieron a sí mismos por sus carreras, dejar atrás esta identidad suele ser difícil.
Más preguntas preparatorias pueden ser: ¿POR QUÉ ELIJO JUBILARME?, ¿CUÁLES SON MIS EXPECTATIVAS PUESTAS EN LA JUBILACIÓN?, ¿QUÉ VULNERABILIDADES PERSONALES PODRÍAN VERSE EXACERBADAS CUANDO ME JUBILE?
· ¡BIENVENIDA JUBILACIÓN! ¿y ahora?
El proceso psicológico de la jubilación sigue un patrón de naturaleza similar a las fases emocionales que acompañan otras fases de la vida:
-Ritual de despedida. Suele estar marcado por algún tipo de comida o cena, fiesta u otra celebración.
-FASE DE LUNA DE MIEL: hay una sensación de LIBERTAD. Los jubilados pueden hacer todas las cosas que querían hacer una vez que dejaron de trabajar: viajar, disfrutar de familia, pasatiempos, voluntariados. Esta fase no tiene un tiempo establecido y variará dependiendo de cuánta actividad haya planeado el jubilado.
-DESENCANTO. Pasadas unas semanas es posible que se eche de menos el sentido de IDENTIDAD ligado al trabajo, la estructura de los días o la parte social de las relaciones laborales.
Puede aparecer aburrimiento y una sensación de vacío y una sensación de ir sin rumbo. Después de tanto tiempo esperando este momento, muchos jubilados deben lidiar con una sensación de decepción, soledad y sentimientos de inutilidad.
-REORIENTACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE NUEVA IDENTIDAD. Los jubilados se familiarizarán con sus nuevas circunstancias. Habrá que ir respondiendo a preguntas como: ¿QUIÉN SOY YO AHORA?, ¿CUÁLES SON MIS PRÓPOSITOS EN LA VIDA?, ¿QUÉ ME SIGUE DANDO VALOR?
Hay quienes se despiden de su etapa laboral sin mucho sufrimiento, y otros que tendrán que hacer un duelo por la pérdida de la vida anterior, e incluso pueden experimentar ansiedad y/o depresión.
Aquellas personas que se les hace difícil transitar por la jubilación no suelen compartirlo con los demás, se sienten avergonzados porque es como si se esperara de esta etapa algo así como: “jubilarse es vivir la buena vida”.
Recuerdo a una antigua paciente mía, Patricia. Se había jubilado con 65 años. Había disfrutado mucho de su trabajo como administrativa en una gran empresa. Se había llevado muy bien con sus compañeros/as y sus superiores, y cuando llegó el momento de jubilarse se sintió muy vacía. Acudió a consulta porque se sentía triste, se sentía perdida y como sin un proyecto de futuro. Estaba somatizando con muchos dolores físicos y tras hacerle multitud de pruebas y no encontrar nada, decidió venir a terapia. Le ayudó entender que estaba en un proceso de duelo y que era normal todo lo que estaba sintiendo. Veía más cosas negativas de la jubilación que positivas: se habían acrecentado sus temores a tener una enfermedad o algún ser querido, también temía a la muerte, le estaba costando trabajo aceptar el paso del tiempo y encontrar quién era ella ahora que no estaba trabajando.
· TEMAS A REVISAR UNA VEZ QUE UNO SE HA JUBILADO
-TOMAR CONTACTO CON DESEOS Y NECESIDADES. Quienes a lo largo de su vida hayan estado en contacto con sus deseos y necesidades de una manera cercana, esta etapa va a poder disfrutarla, ya que ahora tienen todo el tiempo del mundo para planificar actividades satisfactorias y fomentar nuevos intereses y actividades.
Sin embargo, aquellas personas que han vivido más ligadas al “DEBER”, “la obligación” y “lo que había que hacer”, como era trabajar, cuando llega este momento pueden sentir un vacío al no saber cómo ocupar su tiempo porque ahora existen menos obligaciones que antes.
-REFLEXIONAR ACERCA DEL ESTILO DE VIDA QUE UNO VA A QUERER LLEVAR: alimentación, el sueño, el ejercicio físico, relaciones sociales y familiares.
-MÁS TIEMPO CON LA PAREJA. Si se tiene pareja e incluso si ésta también está jubilada, se va a pasar más tiempo que nunca con ella. Por lo tanto, la jubilación también abre una nueva etapa para la relación de pareja. Será muy sano y saludable que se negocien espacios individuales compatibles con los espacios de pareja.
-ÁREA SOCIAL. Reemplazar las redes de apoyo que se tenían en el trabajo y ahora hay que fortalecer nuevos lazos de acompañamiento.
-CAMBIO DE ROLES: la identidad profesional se deja atrás, así que ahora tocará sostener quiénes somos a partir del resto de áreas de nuestras vidas.
Dedica todo el tiempo que haga falta en descubrir qué pasiones tienes, qué intereses, qué te hace feliz… ya que cuando dejas de trabajar y te jubilas, tendrás mucho tiempo para poderte hacer todo ello.