Los últimos datos actualizados en relación al suicidio en España son del año 2015. El número de personas que decidieron suicidarse fue de 3.602, de las cuales 2.680 eran hombres y 922 mujeres. Esto quiere decir que casi 10 personas al día deciden acabar con su vida en España. Después de leer este dato asombroso, me he planteado dedicar un post al tema del suicidio.
¿QUÉ LLEVA A ALGUIEN A QUERER SUICIDARSE?
Tomar la decisión de acabar con la vida conlleva un enorme SUFRIMIENTO y en muchos de los casos, éste es el principal motivo para pensar en la muerte: DEJAR DE SUFRIR. Las principales causas detrás de la conducta suicida serían:
Acabar con el dolor y sufrimiento que se ha instalado en la vida de una persona y que resulta intolerable para ésta
Sentimientos de impotencia, desesperanza, incapacidad, imposibilidad de ver que las cosas cambiarán…
Morirse como una forma de autocastigo
Haber tenido una pérdida reciente de un ser querido y pensar en la idea de reunirse con él.
Llamadas de atención para los que están alrededor. El intento de suicidio sería una respuesta desesperada para que el entorno se dé cuenta de su malestar envuelta en sentimientos de rabia, enfado y frustración hacia los otros
Sea el motivo que sea, cualquier amenaza de suicidio debe tenerse en cuenta como potencialmente realizable y considerarse con un riesgo real.
¿QUÉ INFORMACIÓN HAY QUE CONOCER EN RELACIÓN AL SUICIDIO?
-Diferenciar pensamientos activos y pasivos sobre la muerte. Tener pensamientos pasivos sobre la muerte implica tener deseos de no vivir, de morir, pensar acerca de cómo sería si uno ya no viviera, cómo sería estar muerto y no sufrir, pero donde uno no se plantea llevar a cabo ninguna acción. Pensar activamente sobre la muerte implica deseos de matarse y una planificación de cómo hacerlo: cómo, cuándo y de qué manera se llevaría a cabo el acto suicida. Es esta segunda parte la que conlleva más riesgo.
-En muchos casos existen señales de alerta previas a la conducta suicida. Además, es la “crisis suicida” dura unos determinados días, está limitada en un período de tiempo. Por ello es crucial saber cómo actuar en estos casos.
-Suele persistir una ambivalencia con sentimientos encontrados entre desear vivir y desear morir. La decisión de matarse no se produce de un día para otro, sino que es un proceso por el que se pasa y por ello, hay un margen de actuación y prevención.
-Hay una idea errónea cuando se piensa que es mejor no hacer preguntas directas o que la persona no hable sobre sus ideas de suicidio para no incitar a que lo haga. Esto es completamente falso, y justamente es al contrario, es necesario hacer preguntas directas y sacar el tema sin que sea un secreto para que la persona pueda poner en voz alta todo lo que está pensando y sintiendo y no se aísle consigo misma.
¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DE ALERTA MÁS IMPORTANTES?
-La preocupación sobre la muerte aparece de manera constante y la mayor parte del día. Y fantasear con detalles de cómo planificaría llevarlo a cabo.
-Si evita hablar de ello, silencia y se aísla.
-Si de repente ha habido una súbita mejoría de un día para otro. (Normalmente las personas con ideación suicida y sentimientos de desesperanza tardan un tiempo en recuperarse, así que si hay una mejoría repentina es susceptible de sospecha porque puede ya tener el plan cerrado para llevarlo a cabo)
-Si han existido intentos de suicidio previos.
-Si ha habido cambios de comportamientos significativos (por ejemplo: hacer testamento, regalar pertenencias, alguna señal de despedida…)
-Si hay rasgos de IMPULSIVIDAD.
-Situaciones de acoso, maltrato, estrés elevado por conflictos en el entorno…
-El nivel de desesperanza e impotencia se mantiene
¿QUÉ PUEDE HACER ALGUIEN QUE DETECTE UN ALTO RIESGO EN UN FAMILIAR O AMIGO?
INDAGAR Y PREGUNTAR ABIERTAMENTE para conocer hasta qué punto tiene en mente ideas sobre el suicidio. Por ejemplo: “¿Estás pensando en la muerte últimamente?, ¿y qué es lo que piensas?, ¿has pensado en hacerte daño?, ¿Y se te ha pasado por la cabeza qué hacer, cómo y/o cuándo?.
TOMAR EN SERIO CUALQUIER AMENAZA EN RELACIÓN AL SUICIDIO, sin juzgar, criticar, regañar o intentar convencer de que no lo haga. Incluso aunque pueda parecer que la causa es una llamada de atención, tiene que considerarse.
VALORAR hasta qué punto está dispuesto a llevarlo a cabo. Entiendo que este punto puede resultar difícil, anteriormente comenté las principales señales de alerta. No obstante, si se duda, es preferible pedir ayuda antes que no actuar.
NO DEJAR SOLA A LA PERSONA y retirar todo tipo de material que se pudiera considerar potencialmente peligroso (cuchillos, medicamentos, cables…)
LLAMAR AL TELÉFONO DE EMERGENCIAS O ACUDIR A UN SERVICIO DE URGENCIAS incluso aunque la persona se negara para que un profesional haga una valoración de la situación. Es recomendable que continúe con un seguimiento y trabajo tanto psicoterapéutico como psiquiátrico.
Prevenir que un acto suicida es posible y tener información sobre cómo poder hacerlo es el primer paso para ello.